La soledad se ha apoderado del árbol y la flor
El silencio muerde la acera
No hay niños disparando a su inocencia
Los bancos crujen tristes sin el anciano
Mi perro al menos orina su libertad
y mi cigarrillo
como linterna en esta senda abandonada
se fuma con pasión el tiempo
Todo es extraño y confuso
demasiada calma
Ante el mutismo nocturno
las estrellas cantan inmensidad
y el mar
al compás de un son tétrico
consigue danzar en paz
Mientras la humanidad se ahoga
el mundo complace sus pulmones
El destino es jodido e irónico
nos destruye lo que nosotros
hemos destruido con anterioridad
el llanto no sirve de nada
la muerte es insaciable
hambre eterna
factura inescrutable y fantasmal
Demasiado oscuro para mirar adentro
demasiado vacío para dejarme caer
demasiado pasado para dejarnos vencer
No me desquicia en exceso
La rueda gira
La gente olvida
Pasajeros de un tren
sin estaciones
Tal vez yo esté acostumbrado
Tal vez siempre haya estado enfermo
Pues interiormente
siempre he vivido confinado...
Magnífico texto, pienso igual, esta situación es una enseñanza para algo superior, seguro.
Saludos cordiales.