Dos octogenarios
cedieron su pan
a la joven muerte

tres niños famélicos
saciaron su hambre
hasta vomitar sendos arcoiris

de la felicidad de sus lágrimas
brotaron cuatro unicornios

estos surcaron
los cinco océanos
repartiendo amor y diamantes

la paz humana
impregnó cada rincón
de los seis continentes

hasta la luna parecía sonreír

siete jinetes
olvidaron el apocalipsis

y al fin el mundo
ese magnífico e idílico mundo
consiguió ser uno solo...

Triste fantasía

poetas...

AdrianSeguir Autor Recomendar Texto Agregar a Favoritos