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El Profeta (parte 1).

— Lord Bonet, un hombre lleva esperando tres noches por una audiencia con usted. Asegura que es muy importante y se ha negado a irse sin hablarle sobre la información que posee. — dijo el consejero a su señor.

—Está bien, lo atenderé. Espero que no sea ninguna estupidez o pérdida de tiempo, hazle pasar.— ordenó Lord Bonet. El consejero, llamado Vizcaya, agachó la cabeza y salió del despacho, a los pocos minutos se presentó ante el Señor feudal un hombre extraño, alto y viejo, pero fuerte, con una olor nauseabundo, y un cabello enmarañado que hacía juego con su descuidada y abundante barba, ambos de color amarillo pálido, muy sucio. Venía vestido con una extraña túnica gris, parecía salido de alguna canción fantástica de los bardos. —¿Qué es lo que quieres, viejo?— preguntó Lord Bonet.


— Disculpe mi señor, pero he venido a traerle un importante mensaje.— dijo el extraño con tono de pena.

—Un mensaje, ¿De quién?—

—Del destino, mi señor, soy un profeta. — afirmó el viejo.

—¿Profeta dices? Sabía que esto sería una pérdida de tiempo, largo malnacido antes que me enfurezca y te mande a cortar la cabeza. —

—Mi señor, no estoy mintiendo.— los ojos azules del profeta brillaban de manera extraña, la forma de hablar tan refinada del sujeto hizo sentir duda a Lord Bonet, que se quedó mirándolo con rareza. —El universo me ha hablado, mi señor, y debo decirle que son muy malas noticias para usted y para su feudo. —

—¿Pero de qué demonios hablas? ¿Es una amenaza viejo decrépito?— Lord Bonet parecía ofendido ante tal afirmación.

—No es ninguna amenaza, mi señor, es un aviso. Por favor, permítame informarle de tal situación y, después, estará en usted si me cree o no, usted por si mismo decidirá qué hacer. Aunque debo decirle una cosa, mis profecías jamás han fallado.— una misteriosa sonrisa se dibujo en aquel arrugado rostro.

—Mi señor,— dijo el consejero Vizcaya —si me permite la osadía, creo que no perdemos nada con escuchar lo que este hombre tiene que decirnos.—

—No seas imbécil Vizcaya, es obvio que este viejo apestoso es un timador, ¿Acaso crees que quiere hacer esto gratis? Adelante viejo, dinos ¿Cuál es el precio de tus "profecías"?— preguntó en tono irónico Lord Bonet.

—Mis profecías son invaluables, mi señor, jamás he cobrado ningún bien material a cambio de lo que el universo comparte conmigo. Sólo quiero ayudarle a usted y a su feudo.—

—Entonces habla, ¡Adelante! Escupe toda la mierda que tengas para mi, que Vizcaya y yo estamos ansiosos.— la risa de Lord Bonet retumbó en el despacho feudal.

El viejo se aclaró la garganta y dijo —En mis sueños, he visto llegar a un hombre alto, joven y hermoso, con cabello rubio, amarillo como el oro, montando un dragón blanco, exactamente dentro de tres lunas, ¡TRES LUNAS, NO LO OLVIDE! —el Profeta hizo énfasis en ese detalle— De repente, el dragón se aleja volando mientras el hermoso joven se convierte en una enorme hoguera que hace arder este feudo hasta las cenizas.— juntó las palmas de las manos y las colocó frente a su nariz.

—Pero si estás más loco que una cabra, anciano. Los dragones no existen y, hasta donde yo sé, ningún hombre en este mundo puede convertirse en hoguera y destruir un feudo tan fuerte y rico como este. Por favor... se necesitan más que un par de llamas para hacer caer lo que he construido.— Lord Bonet se sentía orgulloso del poder de su feudo.

—Mi misión se ha cumplido, yo le he avisado, mi señor, le toca a usted tomar la decisión correcta. Si me disculpa...— dijo el Profeta poniéndose de pie y saliendo del despacho mientras Lord Bonet se reía y, al mismo tiempo se burlaba del miedo en el rostro de Vizcaya.

—Vamos Vizcaya, ¿porqué siempre has sido tan crédulo?—

—Mi señor, uno no debe retar al destino.— dijo Vizcaya mientras una gota de sudor corría por su frente.

—¿Estás diciendo que crees toda la basura que ese anciano hediendo nos ha venido a decir? — Lord Bonet soltó otra carcajada.

—Sólo estoy diciendo que, no perdemos nada con estar preparados.—

—¿Eres un imbécil?—

—Soy su consejero, mi señor, es todo lo que soy y nada más.— dijo Vizcaya mirando al piso.

— Está bien, tienes razón, por algo eres mi consejero, ordena una patrulla permanente en las afueras de las murallas y dile al jefe de la guardia que refuerce mi seguridad y que acelere el entrenamiento de los arqueros.— ordenó Lord Bonet.

—Enseguida, mi señor.—

—Pero, si dentro de tres lunas no llega ningún hijo de puta con cabello rubio montado sobre un dragón, voy a cortarte... una oreja. ¿Estás de acuerdo?— la irónica risa de Lord Bonet hicieron que Vizcaya se sintiera un poco asustado.

—E... e... está bien, mi señor. Todo sea por el bien del feudo.— Vizcaya hizo una reverencia y salió del despacho.

—Un hombre rubio montado en un dragón, ¡Por favor!— dijo Lord Bonet para sí mismo una vez que se había quedado solo.

El tiempo transcurrió, día y noche las murallas eran custodiadas por un centenar de guardias, más allá de algún ladrón o un ebrio impertinente, nada parecía agobiar la paz de aquel feudo, la riqueza seguía fluyendo gracias a los excelentes manejos de administración de Lord Bonet, "Yo hago cuentas y cobro impuestos, tú encárgate de la puta diplomacia y esas mariconadas" le decía a Vizcaya constantemente, su sistema había funcionado de maravilla durante años dándole al feudo una enorme abundancia como jamás antes se había conocido. Una noche, mientras el señor feudal se encontraba revisando algunos impuestos, Vizcaya entró al despacho.

—Mi señor,— habló de forma sumisa — sé que a usted le parece una tontería pero, mañana se cumplirán tres lunas desde la visita de aquel profeta.—

—Además que me parece una tontería, también me pareces un imbécil, Vizcaya. No te preocupes, he ordenado personalmente al jefe de la guardia que rodee las murallas con arqueros. Si un rubio montado en un dragón nos ataca, no sabrá ni que le pegó.— Lord Bonet carcajeó y continuó revisando los impuestos. Vizcaya sonrió tímidamente y, sin decir una palabra más, salió del despacho.

A la mañana siguiente, Lord Bonet se encontraba tomando su desayuno cuando, de pronto, un misterioso cuerno sonó afuera de la muralla, Lord Bonet empezó a sudar frío y miró a Vizcaya quien lo veía con los ojos abiertos de par en par, sin decirse una palabra, ambos salieron corriendo hacia la torre principal de vigilancia. A las afueras del feudo, un carruaje estaba esperando, lo rodeaban varios caballos montados por hombres grandes y fuertes, al frente había un sujeto que sostenía un estandarte con la imagen de un dragón blanco en un fondo verde, Vizcaya sollozaba de miedo.

—Compórtate como un hombre Vizcaya, esto debe ser una puta coincidencia.— espetó Lord Bonet. El misterioso cuerno continuó sonando, esperando a que las puertas del feudo se abrieran, pero Lord Bonet ordenó que nadie se moviera, aún faltaba algo por ver si es que aquel profeta tenía razón.

Un mensajero se acercó a la puerta y gritó —En nombre del príncipe Noah, señor de roca pálida y heredero al trono del reino de Bravosa, les pido que abran las puertas.—

—¿Pero de qué está hablando? ¿Un príncipe?— preguntó a sus hombres Lord Bonet. —Pregunta por el supuesto príncipe.— ordenó.

—¿Dónde está el llamado príncipe Noah? — gritó el jefe de los guardias desde la torre mayor.

El mensajero giró de regreso y se acercó al carro, después volvió a la puerta y gritó. —Todos de pie para recibir a su majestad, el príncipe Noah de Bravosa, señor de roca pálida y heredero al trono.— el misterioso cuerno sonó aún más fuerte y, esta vez, le acompañaron varios trompetas. Del carro salió un hombre con un velo sobre la cabeza, Lord Bonet y Vizcaya se miraron entre sí. Cuando aquel hombre se quito la cubierta del rostro, el corazón de Lord Bonet se detuvo. Era sólo un joven... un joven alto, rubio y hermoso.

CONTINUARÁ...
Aeron06 de junio de 2012

4 Comentarios

  • Katerina

    Joder tio que me has enchinado la piel de nuevo.

    Ha sido un relato excelente mi estimado amigo, y no lo digo porque lo ambientaste en una epoca de mis favoritas, sino que nos dejas en suspenso y con ganas de la segunda parte.

    Un saludo y espero que ya te animes a hacer el capitulo que sigue de tu novela.

    Una cosa mas, Simon Bolivar murió en?

    Ok, me calmo con mis graciosadas que ésto es serio, en serio que tu nunca me defraudas. Saludos

    06/06/12 09:06

  • Beth

    Pues espero que sea verdad y continues, porque me has enganchado

    06/06/12 12:06

  • Libelle

    El relato genial el ambiente que recreas me encanta, espero la,segunda entrega besos

    06/06/12 02:06

  • Nereael

    Yo también me he enganchado. Cachissss, a esperar.

    06/06/12 07:06

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