Va tras de ti el frío invierno.
La autoestima es flor inevitablemente libre
y la casualidad no existe ya que el tiempo
es oro y fantasía.
No seré yo
el que alce su mano para rasgar
el abanico de los definitivos halagos;
no eres tú la diosa ni el pincel,
no eres mujer de libro sagrado
ni cataclismo de miel
y ensueños.
Va tras de ti lo frígido y lo apático.
Eres lluvia con hojas de coca,
sueño de bastones quebrados en la calle,
navaja de falsedades voraces
Eres carnaza de chacales en un mundo
de sanguinarios francotiradores
Pero qué poema tan bbbbbueno Alexander.
Estoy encantada de leerte. Tienen tus versos una cadencia poética y una musicalidad que sobrecoge y envuelve.
Sabes que sí.
Un abrazo.
Te añado a mis amigos.