A cara lavada la luna llena mira mi tristeza, la distancia no le permite secar mis lágrimas.
Es tan profundo y hondo este amor que llevo dentro, que así de inmenso es mi sufrimiento.
Sentada en frente de este mar inmenso, la luna y mi soledad son testigo de mi angustia más latente.
Mis manos juegan con la arena, que así de clara e inerte dejo escapar de entre mis dedos.
Te miro luna, implorando un deseo…
No sufras conmigo, pide a una estrella a la que tengas mas cerca…
Pide por mi luna…
Me invade el miedo…
Mira luna, mi corazón en manos del viento contenido entre nubes agitado y desfalleciendo.
En mi soledad más absoluta, invadida de miedos me entrego a esta tristeza que no me cabe en el cuerpo.
Y solo estas tu luna y este mar de testigo…
Mirando hacia la nada llevando este vació…
Con el sabor amargo de aquello que soñé y no ha sido.
Así, me vez luna cómplice de esta noche de amores perdidos.
Alumine
hay Alumine duele y contagia sufrimiento,muy expresivo y sentido.
me gusto mucho.
besotes