Si tan solo la alegría no fuera pasajera y mis palabras vacilantes, todo sería mejor, todo sería como debería, no habría más reclamos sin lugar, no habría mas reproches estúpidos, no habría palabras con dobles sentidos, que dicen algo pero significan otra cosa totalmente diferente.

De lo prohibido, a lo oculto dentro de mí pensar constante de lo que pudo ser, de lo permitido, a lo que realmente no quiero ver, escuchar, sentir mostrando emociones inventadas, ahogando emociones verdaderas.

Evitando palabras indebidas que salen al más simple descuido, como si esperaran un momento de flaqueza para mostrarse con su significado puro y sincero, lo más cercano a la realidad, lo más puro y menos falso de una verdad,... una simple frase, que tardo tanto en salir, pero se siente tan bien rompiendo mis reglas, las mismas que yo me impuse, pero que me ha mantenido cuerdo,... solo una vez más,...
Te quiero,... como no tienes una idea.

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