Tenerte entre mis brazos fue lo más lindo y poético que me pudo haber pasado, te extraño, a ti y a tus palabras, tus manos, e inseguridades,
extraño la manera en que me hacías sentir que nada más importaba y como dejabas un buen sabor de boca inclusive en los momentos más amargos.
Extraño decir que te quiero, extraño caminar junto al viento y dejarme llevar,
te extraño y me muero porque vengas a decirme que te pasa lo mismo, que me hagas saber que si había algo, que no solo fue un juego, que no solo era yo y mi habilidad para crear historias en mi lienzo imaginario.