TusTextos

Historias para No Dormir.

Algunas ojeras hablan de sueños
que caminan descalzos por el salón de casa
cuando bajamos las persianas
que suponen nuestros párpados.

Les pregunto por ti a las del ojo izquierdo,
por si están más conectadas con el corazón
y me hablan de los pasos que hay hasta tu cama
y de lo guapo que sueles estar cuando descansas
de todas esas veces que no ha salido como esperabas.

Cuantos insomnios tienen que llevar tu nombre
para que me dediques alguno de tus sueños
y me dejes desnudarme con la placidez de quien duerme,
alejado de los amaneceres en compañía.

Deja de alimentarme los monstruos
y de buscar amigos en los rincones de mis derrotas,
tengo sobrecarga emocional.

Hay veces que por más que paseemos por un cuerpo,
nunca nos sentimos en casa,
nos encontramos siendo turistas en otra tierra
que no tiene un solo local al que poder ir de tu mano,
una sola falda que no hayas puesto en paralelo a tus deseos
y hayas jugado con sus pliegues,
que guardaban de todo menos compromiso.

Tengo la absurda tarea de ignorar
el efecto de tus manos por mis grietas,
como si olvidar fuese la meta de todas las borracheras,
con un horario de visitas restringido
y mis bragas en libertad condicional.

Con toda la boca llena de balas
y cientos de besos que mueren en el paladar.

Abro el armario todas las mañanas
y me visto con los restos que quedan de ti,
con las decisiones mal tomadas
apiladas en el cajón de los calcetines,
y un cartel enorme sobre el cabecero de la cama:
‘’se reserva el derecho de admisión’’.

Y tus promesas, que desfilan sin prisas por mis letras,
y se mantienen en silencio,
con la boca cerrada de quien no tiene confesiones
y se duerme entre hojas en blanco
llenas de declaraciones vacías,
de poemas que bailan sin la gracia
de las golondrinas de Bécquer.

No hay revoluciones en el parlamento de tus piernas,
ni opiniones políticas contrarias al efecto de tus ojos
cuando recorren aprisa la utopía de nuestro futuro,
que se viste de luto para asistir al funeral
de todo lo que no hemos podido ser.

Los dioses se han marchado
de las constelaciones de tus lunares,
y deambulan buscando otro cielo
por el que descansar nuestros miedos,
que llevan zapatos de tacón
y viven en un constante sábado noche.

No hay plegarias ni oraciones
descansando en el horizonte de tus dientes,
y la sala de espera de tus proyectos
busca el color de mis ojos
para cobijarse de las ruinas de tus huidas.

Las guerras sentimentales pierden el sentido
cuando lo has perdido todo,
o cuando todo lo que puedes ganar,
nunca ha sido tuyo,
lo defiendes con la ajenidad de quien besó durante años
una boca robada al destino,
con las prisas de ser descubierto.

Somos el baile cuando se apagan las luces
y se bajan las cremalleras de los cientos de vestidos
que te hacen de distracción, de talón de Aquiles.

Se guardan los escenarios
y la partitura pasa a estar compuesta
de momentos a medias, de trajes sin lunares
y tobillos sin arte.
De cuerpos de sirena
con el oleaje a demasiados kilómetros.

Pueda que ni siquiera todo esto
nos haga de música o de magia,
pero es cuanto tengo para contarte.

Si no hay vida en la esperanza del suicida,
ni verano descansando en tus manos frías,
si no hay padre para aquel que vive en un orfanato,
ni verdad absoluta para quien guarda mentiras
en la punta de la lengua;
si no hay botones que se te resistan,
ni corazones que latan por otra conquista,
entonces dime que esto es un derrota
pero que has disfrutado del partido
y que no has tenido mejor animadora.

Dime cuanto te ha distraído mi pelo rubio
y mi culo ascendiendo por la escalera de tu cuerpo,
dime que durante un tiempo que ha durado toda la vida,
no sabías a donde ibas pero me querías de destino.

Que era mi falda la que te llevaba a las nubes
por mucho que hayas conocido otros cielos.

Me he roto frente a ti,
con la elegancia de unos sueños de cristal
y la rabia de perder algo que nunca se ha poseído;
te he buscado en tus naufragios
y he dado la vuelta en ochenta días
a todo aquello que tenía la esperanza de que fueses,
y me he perdido.

Me he perdido mientras te buscaba
y ahora tengo dos opciones:
seguir este camino de ausencias,
sin mapa y sin destino,
al otro lado de ti;
o darme la vuelta y regresar
fingiendo que todo esto
no es más que una historia mal contada
de esas que no te dejan dormir.
Amparoiglesias28 de agosto de 2014

1 Recomendaciones

10 Comentarios

  • Libelula

    Me encanta :)

    29/08/14 08:08

  • Exclaustris

    Me he roto frente a ti,
    con la elegancia de unos sueños de cristal
    y la rabia de perder algo que nunca se ha poseído;
    te he buscado en tus naufragios
    y he dado la vuelta en ochenta días
    a todo aquello que tenía la esperanza de que fueses,
    y me he perdido.

    Magistral Amparo, solo te digo que sigas buscando puede que en algún momento encuentres lo que mereces entre la elegancia de tus sueños.

    Saludos

    Pep

    29/08/14 07:08

  • Sandor

    AMPARO, tras una ausencia vacacional y aislamiento emocional vuelvo a leerte, aunque parece que hayas ya dejado de escribir...espero que no sea así.
    Me encanta este texto, con "sobrecarga emocional", donde no estableces una barrera entre pensamientos y cosas (los pensamientos son cosas , las cosas son pensamientos, pareces decirnos). Y en esta estrofa, que me parece perfecta.

    "Pueda que ni siquiera todo esto
    nos haga de música o de magia,
    pero es cuanto tengo para contarte"

    ..no sé como expresarlo, pero marca el contacto y la separación entre consciente e inconsciente, casi como una membrana permeable que impide que la fantasía prevalezca sobre la verdad.Es muy bueno.
    Qué decirte de tus finales.....El final, es redondo, Amparo:

    Me he perdido mientras te buscaba
    y ahora tengo dos opciones:
    seguir este camino de ausencias,
    sin mapa y sin destino,
    al otro lado de ti;
    o darme la vuelta y regresar
    fingiendo que todo esto
    no es más que una historia mal contada
    de esas que no te dejan dormir.

    símbolos de todas las pérdidas inevitables en el curso de la vida.
    De momento, regresa aquí...ya iremos forjando contenidos.
    Un abrazo
    Carlos




    10/09/14 02:09

  • Voltereta

    Es facil perderse entre tus versos, a pesar de que tú también te sientas perdida. Eres capitán de un barco sin timonel, con las velas desplegadas al viento, esperando una tormenta que le lleve a su destino o que le hunda para siempre. La poesía es un estadio en el que juegan felicidad y desesperación y en que casi siempre gana la segunda, aunque aflore más la primera. He estado de vacaciones y he echado mucho de menos tu poesía, pues me gusta la intensidad de lo que propones en tus versos y desde un móvil no es facil leer y menos si no se publica, como tu has hecho.

    No publiques para obtener comentarios, es mejor pasar desapercibido y que la gente que te lea lo haga con el corazón.

    Un auténtico placer, comentarte de nuevo.

    Un saludo.

    21/09/14 06:09

  • Indigo

    Es fascinante interpretar y comprender la relación entre tus razones y la forma inconfundible del lenguaje generoso que empleas para ello. Es un encuentro frontal ante un espíritu combativo y dulce a la vez, que reclama su justo lugar que le corresponde ante la aptitud indolente de algún personaje de la fauna masculina. Y yendo más lejos, haciendo un ejercicio de imaginación, ser tu amigo y tratarte con honestidad, ha de ser una experiencia con efectos entrañablemente gratificantes.
    Saludos linda dama. No te alejes demasiado, aquí gozas del aprecio.

    22/09/14 02:09

  • Amparoiglesias

    Gracias Libélula, a me alegra inmensamente que te guste, y quería responderte aunque haya pasado tiempo desde que me lo escribiste.

    Amparo.

    29/12/14 02:12

  • Amparoiglesias

    Pep, me gusta mucho cuando me dices (y sueles hacerlo) unas estrofas concretas porque se me antoja que es algo así como que te encuentras entre el escrito, en unas líneas puntuales, y uno siempre se siente cómodo cuando consigue verse en otras palabras.

    Miles y millones de gracias, y discúlpame por tardar tantísimo en responder.

    Amparo.

    29/12/14 02:12

  • Amparoiglesias

    Gracias Carlos, como siempre, consigues ver un poco más allá del ''ojo normal''.

    No te preocupes por la ausencia, que ha sido mutua.

    Felices fiestas!

    Amparo.

    29/12/14 02:12

  • Amparoiglesias

    Hola de nuevo Voltereta! Que razón tienes, que la poesía es una constante batalla entre felicidad y desesperación, y que normalmente gana la segunda, supongo que porque nos hace de alguna forma ahondar en nosotros mismos.
    Dejé de publicar porque necesitaba un poco de ''aislamiento emocional'', reencontrarme con quien debía y quería, y volver a recolocar todo un poco; claro está que en ningún momento he dejado de escribir, solo de publicar.
    Nunca escribiría por los comentarios, siempre son bienvenidos, como no, y me dan impulso, ganas, aliento e ilusión; como sentir que detrás de mis letras hay muchos de vosotros, pero no es para mi eso lo primordial, de hecho, este es mi primer año publicando, siempre lo he escrito para mi, me desahoga y me hace sentir en paz.

    Espero que tus vacaciones hayan sido sensacionales! Y que estés disfrutando de estas fechas.

    Miles de abrazos y aun más gracias.

    Amparo.

    29/12/14 02:12

  • Amparoiglesias

    Indigo! Cuantísimo tiempo... Pero necesario.
    Solo me he alejado para coger aire y poder volver un poquito más frescas, con las cosas en orden.

    Siempre es sensacional que halles trasfondo en mis palabras, y como dices, es un cruce frontal y directo, y creo que hasta un poco destructivo entre lo combativo, un poco el enfado, la rabia canalizada, con ese lado dulce que sigue teniendo ganas de luchar y de esperar.

    Me alegra haber vuelto y seguir encontrándoos por aquí, es un poco como sentir que todo está en su sitio.

    Espero que estés pasando unas Navidades mágicas.

    Amparo.

    29/12/14 02:12

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