Quisiera verte pero
no con mi antiguo propósito de entregarme
a tus brazos,
los que eran garras
y mis sentimientos ya no alcanzan.
Quisiera que me vieras
para darte cuenta
de mi bonito andar
de nuestras caderas
moviéndose al unísono
de un compás inexistente,
y sus nudillos con la fuerza exacta,
y necesaria
para saber que no me suelta
pero soy libre.
Quisiera que me vieras y así,
supieras
lo triste que era pensar que el amor
trataba de buscar algo de cariño
de flor en flor
cuando las flores
como todo lo que ves
y no demuestras
marchitan, mientras que
el amor no es (o no debería ser)
nada material.
Y por querer quisiera
no ser nunca más
un pétalo para alguien,
si ya soy la flor, el jardín
o un prado que cubre
medio mundo para él.