Frío, te metes por los huesos haciendo temblar al cuerpo,
Frío que hielas la mente del parásito que no siente.
Fríos los corazones apagados por tu aliento.
Fría tu mano y tu distancia.
Frío, frío, solamente frío.
Ya no eres el rocío cálido que aliviabas la mañana,
ya no eres más que escarcha.
A tu paso todo marchito, asqueado, gris y mísero.
No hay salida tras esa niebla que de la mano traes.
Siento como el alma se va congelando, poco a poco,
hasta perder la conciencia.
Angy32, oscuro poema, diferente, original.
Un beso