Aroint
Este brillante y breve relato me ha evocado la siguiente imagen:
Un rosa blanca, llena de amor puro, clavándose en el corazón y tiñéndose de rojo.
Una rosa ya escarlata, tornandose oscura por la sangre seca de un amor del que no queda más que el recuerdo.
Después la negra nada, y sus pétalos descendiendo hacia la eternidad...
Siempre feliz de leerte Ángela. Me lo guardo entre mis favoritos.
Un abrazo y mis mejores deseos para ti.
10/04/10 05:04