Luego de una noche eterna,
una pequeña mañana,
se fue tu alma a escondidas
a donde sueñas estar.
Te dejo mirando la ventana
el reflejo de tu mirada,
la suave llovizna clara
del que se dispone a esperar.
Tus manos incompletas
dibujan formas en el cristal,
hasta encontrar una perfecta
que se amolde a su ausencia,
pero cada segundo lastima,
Cada minuto erosiona
el tamaño de tu herida,
La silueta debe cambiar.
Paciencia trajo a tu alma
Y con ella una cruel verdad,
no hay cimientos en tu vida
La construiste sobre el mar .
Araceli,me encantó tu poema,saludos.