No hay mayor ciego que el que no quiere ver y en realidad el ser humano es así. Habitamos utopías pero siempre infringimos daños mayores para intentar conquistarlas.
El ser humano, es un engranaje que a veces se rompe, en el desarrollo de la vida, cuando lo hace, la vida se convierte en poesía, cuando no en simple prosa.
Hermosa sin duda tu poesía.
Un saludo, Aroint.
En los horizontes que soñamos... ellos enturbian los ojos de nuestro corazón y acabamos persiguiendo ideales, en vez de simplemente sentir y vivir.
Así somos Voltereta... a medio camino entre el fluir desde el alma y el contruir ciudades deoropel desde la mente... simple bailando en la cuerda floja que separa la cordura de la razón.
¡Oh si!, bendita la ruptura de la maquinaria interior, almenos componemos versos mientras nos despeñamos en el abismo de la demencia jeje
Me honra tu visita, cuídate.
Gracias
Saludos
Así es Libelle... creo que nos desviamos del camino del equilibrio hace tanto tiempo que incluso se nos ha olvidado. Este mundo es totalmente cerebral.
Gracias por tu fidelidad, siempre me dejas alguna palabra.
Abrazos
Aroint:
Ay, amigo.Hay tanta perversión dentro de nosotros, que de mirarla de frente quedariamos ciegos o bien muertos.
Un gusto leer tu alma.
Serge.
En los horizontes que soñamos... ellos enturbian los ojos de nuestro corazón y acabamos persiguiendo ideales, en vez de simplemente sentir y vivir...debo interpretar este decir como tu respuesta a mi comment, que te cuesta decir mi nombre ...es Norah, solo Norah.
Y por desgracia, algunos la miran demasiado temprano, amigo gato.
Gracias por dejarme unas palabras.
Cuídate, saludos.
No es que me cueste, NORAH, existe algo llamado intentar responder deprisa estando mal de tiempo y olvidar escribir a quien va dirigido el comentario...
"Ah, ya...temarcaronla barrera..." debo entender que eso es tu comentario al poema, pero no acabo de entenderlo, lo siento.
Saludos
"Ah, ya...temarcaronla barrera..soy rockera, me gusta como nombre de una banda o no?.
A veces, es mil veces mejor que nuestros ojos se nublen por el fulgor del horizonte que no que queden detenidos en su mirar por según qué muros y fronteras.
Un abrazo inmenso, y cuídate, corazón.
Uno de los últimos poemas que escribí, hará ya casi un año.