Eramos dos caminos
que necesitaban encontrarse;
y lo hicimos.
Eramos dos palomas blancas
que volaban sobre las frías tierras de la soledad.
Fuimos dos navegantes solitarios.
Dos navegantes a la deriva
en un océano de dudas y frustraciones,
hasta que tu barca y mi barca
se fundieron en una sola
que ahora surca los mares de la felicidad.
Mares efímeros.
Somos,
tú la mejor mujer que llegará a pisar sobre la tierra,
yo el suelo que te sustenta.
Eramos dos rios
apresurandose a discurrir sobre la ladera,
para llegar al mar y fundirse en uno solo.
Somos dos estrellas en la noche,
dos estrellas que se alumbran mutuamente,
las únicas estrellas del Universo que se alumbran mutuamente.
?Desencuentros dices en el tag Artalia?
A mi me parece que son m?s que eso.
Es un bello poema.