Mi sangre esta envenenada
y la muerte me regala besos
en la boca.
Pero tiene las tetas caidas
y una mirada fria.
Le esquivo la mirada
y tomo otro trago de cerveza.
La muerte nos acecha a todos, pero hay que vivir la vida como si no lo supieramos...
De paso aprovecho para decirte que, aunque no te comente, te leo siempre.
Saludos!
16/03/09 04:03
Genial Ateo.
Es lo que creo que hacemos casi todos.
Ya que no la podemos evitar, miramos hacia otro lado y nos tomamos una cerveza.
O nos ponemos a escribir en Tustextos.
18/03/09 03:03