Quiero que despiertes cada
mañana con mi luz
acariciando tus pupilas;
tu cabeza recostada en
mi pecho y tus manos
haciendo una cuna
que arrulle mis heridas.
Quiero ser el recipiente
en donde se derrame gota
a gota toda tu vida.
Quiero que alimentes mi agonía
y que en mis caderas
hagas tu nido, vida mía.
Vacía tu alma en
mi mirada azul
y no permitas que nada
te aparte de este
amor que da vida a tu vida,
el mismo que me alienta
a seguir esperando que
podamos iniciar una
dicha compartida
Las palabras son semillas de esperanza. El corazón siempre expresa aquello que le impulsa y da vida. Mis mejores deseos de que tu poema te produzca calma. Un gran saludo.