Quiero hacerte una casa
dentro de mis caderas,
alimentarte con mis besos
y hacer que te olvides
de todas las esperas.
Quiero olvidar que te has ido,
tejerte un manto de luna
que te engarce a mi vida
y sentir así que estás
protegido como en
el mar la espuma.
Olvidemos juntos todo lo
que está fuera, toma mi
mano en la tuya y
ayúdame a caminar
buscando un lugar donde
siempre sea primavera.
Guárdame en tu pecho
cuando tenga frío,
escóndeme en tu bolsillo
para que siempre te acompañe
por incierto que sea tu destino.
Deseos, deseos llenos de una intensidad rica y plena. Las palabras adquieren ese sentido que tú les das, y resuenan, al leerlas justamente en el corazón, su espacio adecuado. Un gran saludo.