La lluvia penetra en mis huesos
y me cala entera por dentro.
Mi corazón busca cobijo en
el tuyo para sentirse seco,
a salvo y contento.
¿Por qué todo es tan negro
cuando no te tengo?
Hasta el más bello oasis
se vuelve un árido desierto
y una hermosa ciudad la veo
tan solo como un vertedero
de cristal, acero y cemento.
Quiero acariciar de nuevo tu pelo
y decirte sin hablar,
enroscada en tu aliento
que eres toda mi vida, mi amor,
mi luz y también mi sustento.