Hay mil maneras de amar
entre tu alma y la mía,
dos almas que son una
latiendo al son de la
vida; tan antiguas que
se pierden en los tiempos
desde antes de mil medidas.
Quiero amarte durmiendo,
descansando mi sueño
en tu hombro para
curar todas mis heridas.
Te amaré paseando en la tarde
con olor a sal marina,
mirando el mar a lo lejos
y ese faro que da
luz diaria a mi agonía.
Quiero amarte mientras plancho
con amor una de tus camisas,
y borro con las arrugas
todas las penas de tu vida.
Y te amo en el café
diario que cada mañana
es una invitación a
empezar de nuevo la partida.
Te amo para no amarte
pues mi amor para ti
se inicia de una nueva
manera cada vez
que amanece el día
Eterna romantica y enamorada
Que paz da leerte
Antonio