Las mejores historias son las que tienen un desenlace impredecible, en realidad esta historia queda tan despejada, que pudieran darse infinitos finales. Que cada cual escoja el suyo.
Un relato muy logrado y sin lugar a dudas, completamente abierto a la imaginación.
Un placer leerte.
Un saludo.
28/10/12 11:10
Muchas gracias, Voltereta, el placer siempre es mío de que me leas. Saludos cordiales
29/10/12 12:10
Sabes amiga, hay muchas cosas y muchos recuerdos que me vienen a la mente de este texto... sólo te diré que me parece una salida un tanto fácil para la protagonista de la historia... El golpe fue tan duro que no hubo agonía dolorosa en su deceso... La muerte esperó para que pudiera dejar atrás los remordimientos... y al final, una sonrisa esconderá su sufrimiento, que es mejor guardar en lo más profundo de los adentros...
Muchas veces he querido y soñado con encontrar un final así... evitando toda confrontación con mis peores miedos y más con saberme preso de mis malas desciciones..
29/10/12 06:10
Perdón, apreté un botón por otro...
Lo que te quería decir es que me he quedado impresionado por este escrito, que me ha removido el pensamiento como no tienes idea... Ahora comienzo a entender que tanto he estado evitando lo inevitable... y mejor aún: que a veces me voy de un extremo a otro siempre pensando en una final para mí, sin que en verdad me ocupe de lo que es importante... mi propia vida...
Mis felicitaciones por este escrito que nos compartes y si me lo permites me lo llevo a favoritos...
Un enorme beso... mmmmuas!!!
29/10/12 07:10
Yo no creo que sea un final fácil, David, ni siquiera esperado. Cierto que soy ambigua relatando y se le pueden dar muchas explicaciones. Pero tay como yo lo veo, ha pasado un calvario intentando tomar la decisión de dar carpetazo a algo en su vida que no iba bien. Y cuando ya ha decidido, hasta eso le roban, porque la muerte viene a buscarla. Y si te das cuenta, aunque se había propuesto vivir para ella misma al final acaba traicionándose y muere en cierto modo "contenta" porque se da cuenta que así le evitará a "él", que no sabemos si es amante, novio, o marido, el dolor de saber que había roto las cadenas. El destino ha sido injusto con ella hasta el final porque le ha robado hasta el pequeño triunfo de ser egoísta en su momento final y pensar en ella misma.
Un beso David
29/10/12 07:10