Hemos hecho un trato.
Y no te llamaré amor mío,
aunque sienta cuando
te veo lo que las flores
cuando las baña el rocío.
Pero un trato es un trato
y a mi palabra no falto,
aunque a veces sienta,
sin decirte amor,
un pequeño e incierto vacío.
Pero no te diré amor mío,
porque las palabras atan
y tú y yo somos aves
que vuelan a la par
desde que se han unido,
pero cada una con su vida
y cuidando de su nido.
No te llamaré amor
a pesar de que, como sabes,
mis sentidos tantas veces
hayas encendido.
Precioso este trato, y a pesar de no querer llamarle esas dos palabras, lo haces continuamente en el poema, al más puro estilo romántico, o burlesco, me recordó a a quello de "su majestad es coja", sin hacerlo abiertamente se lo llamó.
Creo que me he liado.
Pero resumen me encantó.
Besos