Desgárrame los miedos escribiendo en mi piel con tus dedos.
Llévame lejos de este agujero, sacando fotos en blanco y negro
de pasajes de los libros que lees
a las noches, mientras te pienso.
Vuela lejos, llevándote mis inviernos,
convirtiendo en agosto, mi enero.
Cambiando mis errores por moralejas,
pasando tus labios por mi cuello, y subiendo, temblando
hasta las orejas.
Abrazando las ganas de perdernos
en inviernos, con sudadera y vaqueros
con miedos;
con celos,
con ganas de comernos
y no dejar nada, para el resto.
