El tiempo, que transcurre y que no vuelve tras sus pasos. Él es quien hace crecer todo tras su estela, y a la vez, nos hace morir a cada momento, a ti, a mí y a cada cosa que tenga cabida en nuestro pensamiento. Pues sí, así ocurre también con nuestros sentimientos, nuestras decepciones, nuestras ilusiones
por más que queramos evitarlo el tiempo siempre acecha, haciéndonos amar y olvidar, sentir y añorar
haciéndonos dudar.
Maldito seas tiempo, que me haces vivir observando tus vaivenes y esperándote te me escapas.
Por suerte, siempre estamos a tiempo de darnos cuenta, quizás no sea tarde.
Dame tiempo, tiempo.
El tiempo es una invención humana, ergo modificable.Cariños.