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Mi Fisio



¡Cómo mola decir mi fisio! Mi fisioterapeuta es enorme, como una montaña, una montaña grande grandísima. A medida que se va acercando crece su magnitud. Sus manos son como piñas de plátanos recién cortadas con resina incluída. Las unta en crema según cual para quien y empiezan a trabajar sobre el cuerpo dolido. Nunca las tiene fria, un pequeño termostato las prepara para no sobresaltar a su mimadísima clientela.

Como sabe de mi cuerpo friolero calienta las manos bien. Hasta el gel que vierte en mi espalda lo aclimata primero.

¡Ay dios! ¡Qué habrás estado haciendo o malhaciendo esta quincena que mira como me vienes!

Suelta los nudos amarrados del cuello, de la cintura, de los muslos, del glúteo, haciendo un poquito de daño y de presión contra el dolor pues no hay otra manera. Un dolor casi rico, lo fuerza un poquito un poquitito más. ¡ya está! ¡después más! Hay que desatar lo que con tanto empecinamiento sujetamos. Bach suavecito de fondo y ninguna esencia de vainilla ni nada dulce. Solo el ramito de nana (hierbabuena) que llevo que mezcla con el aceite de almendras amargas y la mitad del hato sobrante en un sencillo vaso alto de cristal etiquetado “El vaso de mi amiga preferida” que ya se que es mentira, que a todas le dice lo mismo, pero me gusta pensar que como yo nadie. Cerca de mi nariz, para que huela para que hueeela la naaaanaaa.

Mi listísimo fisio que me conoce el cuerpo bien. Pero te advierto:

No toques a mi padre ¿No sabes que llevo a mis muertos dentro? ¡Ay! ¡Cómo me duele la última palabra de mi padre!

Gracias hija- me dijo y la tengo clavadita por lo siglos.

Así que ten cuidadito de no rozarlo, si hace daño me aguanto porque es su regalo. Me voy hija pero préstame tu cuerpo para vivir en él que somo igualitos igualitos. Y te lo presté papá. Así que cuida la casa de mi padre y cambiame los dolores por alegrias y los ayayais por seguidillas que a mi padre no le s gusta que su hija esté triste.

Qué bien tgrabajas los nudos que me pone la vida en la espalda, por eso vengo a verte, y las aletas de nadar en la cresta ilíaca, en la parte superior externa del muslo, glúteo superior y en el aductor que el llama (vamos a por este pectíneo)-sudando lo dice, como quien lidiara a un vaquilla, a veces un toro grande,

Amiga dime ¿Cómo va todo? Bien bien....todo va bien.

¿De qué estás escribiendo ahora? Me reí mucho con la última de “el cajón de tu madre” De la mia. Si, eso he dicho. ( yo se que me quiere engañar con las palabras y que está agarrando por los cuernos a mi problema de la pierna, esa que fuerzo nadando y que luego hará lo mismito con el hombro derecho cuando toque llegar a él, justamente el que extiendo tanto cuando...¡ay) tranquila ...estoy en ello.

Después irá a por el dolorcito ese negro que tengo que le tengo dicho que ni se le ocurra, que no hay manera, dolor añejo, que no, ni él ni nadie. Ese me lo envaino y no hay otra.. ese negro dolor refeo que no me lo cura nadie, ni dios puede. -No se que tienes aquí dentro que no puedo que no puedo ...y suda. No, claro que no ¡Olvídalo!

Y luego se meterá con el sartorio y la madre que parió al sartorio, con el flexor de la pierna sobre el muslo, por arriba, justo en la espina del pubis, hasta dejarme suavito la línea rugosa del trocánter menor. ¡Au si, justo ahí ! Duele, pero no importa, sigue, eso es lo que necesitaba.

Pero calla niña y recibe....a ver que podemos hacer con esto.

Mi fisio es versador y filósofo de la vida. Sabe disgnosticar los males del ¿alma? Nada más tocarme la piel y un poco más abajo de la piel, justo donde empiezan los nervios que me pone el cuerpo tieso y las ideas. Tiene una voz suave y profunda y no dice nada que no te apatezca escuchar. Sus manos curan, sus palabras ayudan.

Mi fisio pesa ciento veinte kilos. Se ha hecho una operaciòn donde le han amordazado el estómago, ahora come menos y acaricia peor. No se lo decimos porque sigue teniendo manos de santos pero no tanto pero no importa todavía sus manos son ricas. Y sabe escucchar , no le han extirpado el oído, ni la intuición, ni como intuir justamente que es ese punto exacto, justamente ahí donde me duele. ¿Cómo sabes tú que fue ahí donde me hicieron daño? Dime ¿cómo sabes eso gigante fisio? -Es que tengo ojos en los dedos. Diez ojos concentrados.

Lo peor que llevo es lo de los cuadriceps femoral y lo del recto que no me gusta nada ese caminito torcido, ya se ha encargado la vida de darme lo que no me tocaba, pero me aguanto, pues no hay otra sino aguantarse con la barbilla levantada, la espalda tiesa y por eso vengo a verte para que me cures tú fisiosabio.

Me gusta más por la parte interna superficial del muslo, por arriba justo de la sínfisis del pubis, si ahí justo, por abajo en el tendón largo de la parte superior de la tibia. Tibia estoy ya yo. Tengo calentito el flexor de la pierna y el aductor del muslo.
A punto de conversación lo tengo.

¿Y como te fue con la muchacha que te recomendé?¡Ah! Es perfecta, una chica muy trabajadora y servicial. - De ti cuenta glorias benditas -dice el fisio. De mi lo único que puede contar es que no permite que nadie abuse de nadie si puedo evitarlo, pero dile a tu amiga recomendada que no me traiga más bizcochos de moya que luego tengo que nadar más y venir a verte a menudo y tu no eres baratito amigo. Se rie el fisio, se rie y aprieta ¡ay!.

Cuándo aprieta habla ¿qué está escribendo ahora? De un novio de papel que me ha salido de debajo de una piedra. Se rie. Si, si riete que me trae por el camino de las amarguras, ni caso maldito me hace. Ahora se ha liado con una de pantaloncitos cortos que riega plantas y ni caso con todo lo que le escribo. ¡pues vaya novio! Si, a todas las requiebra. Todas lo queremos mucho, porque tiene una lanza con la que ¡Cómo nos toquen mata! Nos defiende de los totorotas y nos versea. Es nuestro guerrero y clama sangre ¡aguita con él! No nos importa que sea tan infiel con una y otra y otra. Bueno....un poquito si me importa. Ahora es mi turno, me hace la guerra de letras amorosamente, pero no me fio un pelo, seguro se cansa. Yo también le hago la guerra a él.

Tu tranquila, déjate de historias y guerreros ...mira, ya lo tenemos...ahora cierra los ojitos que vas a ver tu lo que es el cielo. Los cierros y veo el cielo abierto, todas las puertas del cielo. Me pone una sábana por arriba y deja que duerma un rato en la gloria bendita antes de despacharme. Oye que tengo otra amiga “como tu nadie aquí” y que no me faltes tanto que luego me cuesta trabajo que tu cuerpo me haga caso. Y llámame con tiempo que tengo la agenda a tope. Que si, que si, que ya me voy...un minutito, me voy. Gracias amigo.

Vuelvo a casa, hago la cena con una musiquita por dentro y por fuera, la espalda afinadita y derecha. Juego con mi niño chico dorado y le huelo la nuca. A mi marido le beso el pelo. Me cuentan de sus cosas, las malas atraviesan mi cuerpo, las buenas se quedan conmigo. Cenamos en familia. Escribo. Me acuesto y rezo una oración por mi fisio para que siga hacieno milagritos con sus dos manos ¡ojalá tuviera ciento ochenta y tres!

Briseida09 de febrero de 2008

9 Comentarios

  • Mejorana

    ¿Me prestas a tu fisio?
    Te advierto que yo no soy friolera. Más bien lo contrario.
    ¡Estoy echando chispas!

    09/02/08 10:02

  • Briseida

    Vente pá Las Palmas y te lo prensento.

    09/02/08 11:02

  • Aquiles

    empieza usted con un como mola mi fisio, y acaba hablando de sentimiento y sentimiento y sentimiento.
    Enhorabuena, señorita Briseida.

    09/02/08 02:02

  • Briseida

    Gracias escritor.

    09/02/08 05:02

  • Mejorana

    El día que menos te lo esperes me presento. Por consiguiente, ten a todos los maridos preparados, al fisio, la ola, y tu.
    Ya verás.

    09/02/08 10:02

  • Briseida

    Usted puede venir cuando quiera y sin avisar. Bienvenida.

    09/02/08 10:02

  • Mejorana

    No te he dicho, qué maravilla de texto. Ójalá escribas muchos y muchos como este violetera mía, que nos vamos a ir juntas al desierto y nos vamos a llevar al poeta para que nos haga compañía, y también a tu fisio y que nos haga poesías con sus dedos. Se los regaremos con agua de la que llevemos y seguro que le nacen ciento tres.
    Besos

    09/02/08 10:02

  • Briseida

    ¡Buena idea! Que nos verseen y nos masajeen...quien quiera abanicar que se apunte y se traigan una sombrilla.

    09/02/08 10:02

  • Mejorana

    Pos Fueno. Pos fale.

    10/02/08 02:02

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