TusTextos

Disbalance

Voy armando premisas al compás de la lluvia, la ruptura de la esperanza que partió y yo saludando de la estación. Busco precisión en cada verbo, en cada adjetivo busco perfección, busco la razón encarnada entre los textos, encuentro los pretextos para no alejarme de aquél corazón. Será una intuición que me trajo a tu puerto y yo sigo pensando que fue casualidad, la sinceridad amarrada en cada verso que escribo, arribo por las noches escuchando tu voz como canción.

Me faltan rimas para expresar, escucho campanadas silenciosas, a veces pensar es triste y sonreír es jugar en modo experto, a los sucesos ocurridos entre tantos augurios que prometían en mi mismo un cambio abrupto, hoy pretendo arrancarme de la piel estas palabras, las únicas impropias que resumen un te quiero. Estoy gritando los silencios que nunca quise escuchar, aferrado a la desidia de escribir para callar, para amar al sentimiento entre la quietud del huracán, para amar al sentimiento entre la inquietud del mar.

Explorar las maravillas de tu mundo para sincerarme con mi yo de hace cinco años, fue un acto suicida de un loco que se creyó quijote para conquistar molinos, tu sonrisa es un veneno, una morfina para la aflicción que muchos suelen llamar la vida. Y aunque jamás me puedas entender, tengo mi mente recreando mil futuros, ya no te sueño, o eso creo, pero aún es muy pronto para cantar victoria, ya que los destinos son inciertos, como cuando sopla el viento y tu perfume se impregna en mi pecho.

Soy más del uno más uno, de caminar a la par, el niño que cree en los finales felices, en que los días grises se hicieron para cantar. Se me abre una puerta pero no te veo del otro lado, estoy decidiendo su paso, podría vivir abandonando lo que siento, incluso viviría con la salud de mis mejores épocas, pero no busco resignar y caer en el olvido, quiero tener más cosas que escribir, quiero seguir llenando mis páginas con tu risa, no quiero soltar la mano del ángel que me está enseñando otra vez a vivir.

Un sin ti es un mundo con barrotes, una niño sin su globo, un viajero sin destino que arribar. Exagero en cada instante, me vuelvo intolerante, me vuelvo insoportable, me convierto en lo que todo el mundo odia, me convierto en un niño que llora, me convierto en lo imposible para verte sonreír.

Yo solo me alegro con mis propios textos, no producen nada, no significan nada, pero para mi lo significan todo. Soy ese que se dio por extinto, en cualquier momento moriré, dejaré de escribir para unirme a la masa, para abrazar la falsa felicidad que a veces busco mirando las terrazas de los edificios. Y así viviré, mataré al escritor, mataré mi preciado yo, porque ya nadie quiere unos versos, ya nadie se fija en el corazón.

Pobre poeta creyéndose un soldado, si nunca llegué a tiempo en la vida, siempre tarde para el pastel, siempre temprano pero sin paraguas y a los minutos empezó llover. Es la paradoja del que sigue soñando, o mueres en el intento, o empiezas a quedarte ciego.

Hoy busco paz y no voy a mentir, la encuentro cuando te escucho, cuando sonríes porque sí, cuando dices porque no. Más que esperar de alguien que miraba el cielo por las noches y pedía a la luna un pedazo de luz, anoche recordé cuando eso sucedía, ahora puedo entender que ese pedazo, son las mil galaxias formando tu risa.
Cafefrioenpapel11 de mayo de 2018

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