Filofobia.
Si algo he aprendido es que no esperes que las cosas salgan como esperas. Nunca lo hacen. Por más que pienses en algo, no quiere decir que se cumpla. Y cuando lo olvides, entonces igual es cuando viene a ti.
Y ahora el problema es que tengo pánico a sentir el amor, a enamorarme. Pánico a que alguien tenga el poder de volver a hacerme daño. Pánico de que me tiemblen las piernas, o de que si no me habla me ponga mal. De que tenga su voz o su mirada todo el rato en la cabeza. De que no pueda pensar otra cosa sino en el mero hecho de su caminar. De que quiera saber cada día más y más de él. Porque eso supondría ser débil frente a una persona, eso supondría que me vuelvan a hacer daño. Y a veces digo, va venga inténtalo, pero luego cuando uno de esos síntomas ocurren, mi cuerpo reacciona apartando a esa persona de mi vida, de mis pensamientos, y buscándole defectos o cosas que no podrían suceder. He aprendido a vivir con esa soledad y ahora se ha pegado tanto a mi alma que no se quiere ir, y cualquier indicio de desaparecer, hace que se agrande más. Y dime, ¿que hago? ¿Si mi corazón dice una cosa, pero la razón le puede? ¿Si me da miedo enamorarme? ¿Si me da miedo querer a alguien tanto que después me haga daño? Y lo mejor que se me ocurre es echar a correr, y dejarle escapar.