Germinar,
Germinar las flores en mi jardín
Eliminar de él todo atisbo de dolor
Y dejar que ellas, al fin, me hagan feliz
Arrancar,
Arrancar las malas hierbas que dejé crecer
Enraizadas en mi corazón
Tan negras como el anochecer, robándome lo poco que me queda de pasión
Limpiar,
Limpiar toda la sangre que emana de mi alma
Provocada por todos los actos y palabras
Que borraron, de mi ser, la calma
Alimentar
Alimentar el amor y la compasión que crecen en mi interior,
Hacer caso a un solo dogma, a una sola religión
De la única diosa a la que debo adorar, yo
Regalar,
Regalar sonrisas y limpiar las lágrimas,
Con la caricia de una mirada sincera
Y devolver con mis manos y mi boca, la vida entera
Hola, Paulatinamente, gracias por tu comentario. Creo que lo que pides es tan fácil pero a la vez tan difícil como mirar en el interior de uno mismo. A veces es un instante, a veces toda una vida.