El Miedo y una Taza de Te
Empiezo a sentir la presencia de mi compañero diario, como va tomando el control de mi cuerpo y de mis sentidos.
Poco a poco mis movimientos se van haciendo cada vez mas lento y quedo totalmente paralizado.
Ya rendido ante el, me voy elevando, empiezo a salir de mi cuerpo y me veo a mi mismo desde arriba, como una papel ligero que flota como el viento, se ve un cuerpo totalmente azotado, como en un ring de boxeo cuando el oponente te tiene contra las cuerdas y uno no puede hacer mas que cubrirse de los golpes.
Solo hay que esperar que pase el tiempo hasta quedar dormido, así nuestro amigo se retira hasta el próximo día a la misma hora.
A los amigos como el miedo, hay que escucharlo no enfrentarlo.
El secreto esta en abrirle la puerta e invitarles una taza de Te, el café no le gusta, solo así deja de convertirse en una tortura para pasar a ser un gran consejero.
