Cuando cuente uno nos perderemos lejos del camino y nos echaremos a volar. Y cuando lleguemos a la frontera, papeleo ¿y que? menudo cabreo, he perdido mi identidad ¿y ahora que hacemos? Whisky con hielo, dos y te lo pido por favor. Ya no podíamos ver, íbamos ciegos, perdidos pero todo iba bien. Al rato, tres patrullas, cuatro piernas, cinco disparos y a correr. Al final del día en comisaria, declarando amor. Pasaron seis horas, volvimos a deshoras, las tantas de la noche y no encontramos el camino, juntos...¿que más da?. Nadie nos espera, solo siete llamadas para facturas pasadas. Ocho despedidas para nueve llamadas, la última de mi jefe que empiezo a trabajar a las diez de la mañana.

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