Siempre me he preguntado porque las mejores cosas de la vida ocurren cuando no te das cuenta.
Hoy soy consciente de ello, porque estoy andando bajo un cielo radiante y no esta cubierto bajo un telón de hambruna, muerte, guerra o sangre.
Hoy estoy paseando por las calles de Mataró sin miedo a que alguien me asesine por contradecir sus creencias.
Hoy soy consciente de ello, probablemente sea una verdad efímera pero, gratificante.
También es cierto que siempre está la duda y el temor a que ocurran nuevas tragedias, por eso la tranquilidad es inquietante, pero placentera.
Un sentir muy, pero muy acertado.
En mi país por ejemplo, aumentaron los casos de femicidios...por el encierro. Dura realidad.
El hombre no puede salir de algunas cavernas...y le va a costar.
Me ha gustado tu reflexión.
Cuídate.