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Crónicas de mi Vida.(cap. 10)

RECAIDA

-Liss, ¿te queda mucho?- Se escuchaban las voces desde el salón.
-¿Qué, que ha pasado?- me pregunté a mi misma. –¡Ya voy!- intenté vocalizar.
-¿Te pasa algo? Tienes la voz rara…
-No, estoy mejor que nunca –mentí.

Me incorporé y miré el reloj, llevaba aproximadamente cinco minutos inconsciente, me sentí un poco mareada al levantarme, todo me daba vueltas, pero no iba a permitir que la comida acabara mal, ¡Che, lo único que me faltaba! Debía sacar fuerzas de donde no las tenía. Me dirigí al salón con los cafés, me paré delante de la puerta y puse mi mejor sonrisa. Los entregué según, me los pidieron, con unos pasos torpes y me volví a sentar. La cabeza seguía dándome vueltas, apoyé mi cara sobre mis brazos e intenté mantenerme despierta. Los parpados me pesaban y de vez en cuando los mantenía cerrados demasiado tiempo. Anne es la única que se percató de que me pasaba algo, o por lo menos eso parecía, me miraba de una forma un tanto extraña y no le veía otra explicación.

-Liss, ¿me acompañas al aseo?- Me dijo esta.
-Al fondo del pasillo a la derecha.- me negaba a ir, seguro que me iba a chafar el plan de nada hasta después de que se vallan, no quería pasar más malos tragos, ni hacérselos pasar a nadie.
-Lissia, tenemos que hablar, ven.- insistía, ¿es que no se iba a cansar?

Me levanté a tropezones y me dirigí hacia ella, salimos del salón por el pasillo hasta llegar al aseo. Me abrió la puerta y cuando se cercioró de que había entrado la cerró dando un leve portazo y puso el pestillo.

-Aquí pasa algo que no me has contado.
-No te entiendo, que yo sepa no pasa nada.- a veces me gustaría equivocarme.
-¿y por qué no me querías acompañar al aseo?, Liss, me preocupo por ti, ¿es que no lo entiendes?- vale, ya estaba haciendo que me sintiera mal. Esto es exactamente lo que no quería que pasara. Estoy gafada.
-Hoy me he levantado cansada, y así que me he vuelto a acostar, y he empezado a tener un calor de miedo, a sudar y marearme, por eso he tardado en salir. Pero nada más, no pasa nada, se pasará pronto.
-No me lo trago Lissia, me da igual quieras o no ayudarme, averiguaré lo que te pasa. Si no me lo cuentas tu soy capaz de llamar a una ambulancia a que venga a por ti, no es por nada, pero mi intuición me dice que es algo serio, ¿Por qué no se lo dices a alguien?, Lissia, no te entiendo.
-No quiero hacer que nadie lo vuelva a pasar mal.-me sinceré-después de mi llegada me juré que no volvería a pasar nada, y que haría a la gente que me rodea feliz.
-Lissia, lo que más feliz hace a la gente es que tus seres queridos tengan una buena salud.
-Pues eso es lo que quiero que parezca, que estoy bien, ¿no lo entiendes? Estoy HARTA de que la gente lo pase mal por mi culpa, no volverán a sufrir por mi, te lo aseguro, mas que nada porque no se darán cuenta de que me pasa nada. Y tu tampoco vas a decir nada. – al enfadarme notaba como me faltaba el aire, me estaba poniendo nerviosa y cada vez me mareaba más. Intenté no cerrar los parpados ni si quiera para pestañear, si lo hacia puede que ya no los pudiera abrir, y eso no iba a pasar ahora, y mucho menos delante de Anne.
-Liss, ¿estás bien? No te duermas, Liss, ¿me oyes? ¿Lissia? ¡Despierta, Lissia!

Notaba como me palmeaban la mejilla intentando que me despertara, esto había sido un error, me debía de haber negado a venir. Anne estaba acabando con mi plan, casi lo tenia hasta que ha me ha puesto nerviosa. Pero no le puedo echar la culpa, en el fondo se preocupaba por mi.

Desperté de repente, como si cayera del cielo. Anne estaba a mi lado mirándome, me miró con mala cara y sonrió.

-Con que no es nada, a mi no me ha parecido exactamente nada.
-No has llamado a la ambulancia, ni a mi padre, ni a nadie. Gracias.- me intenté levantar y le abracé. Estaba contenta, aunque el cuerpo seguía pesándome cada vez más, era como si levantara una pared con cemento.
-No, aunque estuve a punto de hacerlo, me has dado un buen susto.
-Vámonos al salón, anda, no quiero estar aquí mas tiempo.
-¿Estas ya bien?-me preguntó.
-Mas o menos, pero vamos, que si no van a sospechar algo.

Me levanté con un poco de torpeza y nos dirigimos al salón. Íbamos una al lado de la otra, y Anne me sujetaba por la cintura para no caerme. Al llegar a la puerta me soltó y nos dirigimos cada una a su silla.

- ¿De que hablabais?
-Cosas de chicas, papá.- así no se metería, cada vez que pronunciaba esa frase mi padre pasaba de preguntas, era como un repelente.
-Claro, supongo que no soy chica.

Hubieron unas cuantas risas que yo agradecí, mas que nada porque el escándalo evitaba en cierto modo que volviera a perder la calma y me volviera a desmayar.

Continuará...
Deathxlove19 de diciembre de 2008

5 Comentarios

  • Aroint

    Bueno bueno, parece que de momento Lissia va salvando la situaci?n, aunque nosotros, pobres lectores seguimos tan en ascuas como al final del cap?tulo anterior... que intriga!

    Entre tu historia y la de Harmunah me vais a acabar creando pesadillas jijiji

    Un beso para ti DeathxLove.

    20/12/08 11:12

  • Deathxlove

    Pues que te sean leves las pesadillas, Aroint, (yo por lo menos no soy tan malvada)?jaja!

    Besos!

    20/12/08 11:12

  • Aroint

    No sabria que decirte, no te quedas precisamente corta en estos ultimos cap?tulos :p

    Tan joven y tan malvada jiji

    Besos para ti.

    20/12/08 12:12

  • Danae

    jajajaja ... Has vuelto a enga?arnos, Death! Aqu? todos intentando adivinar lo que suceder?, y nunca acertamos ... Eres una intriganteeeee!!! Besos, Death

    20/12/08 07:12

  • Harmunah

    Y luego me llama malvada a m?. Hum. ?Qu? nervios! ?Pero a esta chica que le pasa! No puedo con la intriga... odio dejar las historias cuando hay intriga... l?stima que este no es un libro en papel en el que yo decido cuando detenerme... ains.

    Malvada.

    BESOS

    20/12/08 07:12

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