En tus manos me tienes, como un puñado de arena que se pierde entre tus dedos, atada de manos, pendiente de tu humor diario, esperando algún gesto que me diga que hoy tampoco será ese día, que me quedare esperando.
Y no hay nada que pueda hacer, luchar es inútil cuando me he destinado al fracaso.
Quien me quito las esperanzas, las perdí ó me las han robado, da igual
No hay nada peor que una soñadora sin sueños. No hay nada peor que una optimista sin esperanza y no hay nada peor que Diana sin buen humor.