TusTextos

E.m.i.l.i.a.n.o. (i)

Yo adivino el parpadeo de las luces que a lo lejos van mirando mi retorno. Son las mismas que alumbraron mi partida. Al entrar de nuevo en el pueblo, la historia del pasado me vuelve a calar de lluvia. Sí. Está lloviendo al igual que aquella otra tarde lejana. Todo debería ser distinto y sin embargo...

- Pero ¿eres tú?. ¿De verdad eres tú?.
- Soy yo, Venancio. Soy yo. Pero totalmente viejo.

Venancio es también ya un anciano. Poco queda de aquel charlatán de feria que ansiaba con legar a ser un director cinematográfico émulo del William Wilder de Ben-Hur...

- No puede ser. No puedes ser tú.
- No puede ser pero es. Quizás yo debería haber muerto hace muchos años y, sin embargo, ya ves... aquí estoy todavía un poco vivo. Sólo un poco nada más.

A la taberna entra entonces Rafa. Tambiés es ya anciano el antiguo lechero Rafa. Lechero y panadero, que de todo sabía hacer quien entonces soñaba con llegar a conquistar islas como Gadafer de La Salle, el normando que llegó a Canarias junto con Bethancourt. El Gran Gadafer al que tanto admirábamos en la escuela de Tuineje.

- Pero hostias... ¿eres tú?.
- Soy yo, Rafa. El mismo... más o menos el mismo... pero más menos que más.

Tuineje es pueblo de forzadas gentes, de amantes de los traslados geográficos urdidos en los profundos sueños de aventuras. Pero la vida quiso que yo fuese el único del grupo que buscó patrias más allá, el único que puede ahora hablarles de grandes ciudades como metáforas para la dispersión del desarraigo. Yo soy el único que puede contarles relatos de "sueños, soledad y amor". Yo soy el único, sin embargo, que necesita que me cuenten a mí. Pero nadie se atreve a comenzar. Nadie excepto Justo...

Justo es el último de los ancianos del viejo grupo del ayer. El humilde chacarero de la siempre penúltima granja, el siempre penúltimo granjero de Tuineje.

- Ella murió hace muchos años. Ahogada en El Jable.
- Lo siento. Siento no haber podido regresar hace miles de años.
- Ella te estuvo esperando durante largas jiornadas de lunas llenas, pero terminó por sucumbir y buscar un refugio para sus sueños frustrados cuando se dio cuenta de que tú jamás regresarías a tiempo. Y se casó con el preboste de Jandía. Todos sentimos dolor. Dolor por ti. Dolor por ella. Dolor porque os amábamos por encima de todo.

- ¿Y qué tal le fue con Don simón?.
- Don Simón vive todavía. Se volvió a casar pero ya no pudo tener más hijos. Y eso es la rabia que tiene desde entonces y que lo tiene totalmente atormentado.
- ¿Rabia?. ¿Por qué?.
- Te lo voy a contar porque te sigo queriendo como a un hermano. Pero júrame que no volverás a irte y que morirás junto a nosotros.
Diesel01 de septiembre de 2008

3 Comentarios

  • Voltereta

    Cuanta lecci?n de humanismo y geografia, aparte de por supuesto, una magn?fica escritura, eres capaz de regalarnos en cada texto.
    Estoy encantado de leerte.

    Un saludo compa?ero.

    01/09/08 06:09

  • Diesel

    Un saludo Voltereta (Kiowa). Dichosos los ojos que te ven siempre por aqu?. Yo tambi?n te leo con mucho placer. Aqu? y all?... y te env?o un abrazo por tu amable comentario.

    01/09/08 06:09

  • Dama

    Como me gustan estas historias llenas de inteligencia ..si , inteligencia es lo que tienen esas personas mayores de nuestros peque?os pueblos olvidados en esta geografia.
    Me gustan las historias que en ellos se cuentan ...
    Gracias por este regalo Diesel ..eres Grande.

    01/09/08 08:09

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