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Los Partidos Duran 90 Minutos (sólo para Futboleros y Futboleras)

Como estoy de vacaciones en Quito (Ecuador) he sido testigo presencial, ya que estuve en las gradas del viejo Atahualpa, de un suceso insólito y trágico que quizás sirva de experiencia para el futuro...

El caso es que antes del cotejo entre Ecuador-Paraguay todos los aficionados y aficionadas del Ecuador estaban eufóricos por las calles, habían olvidado el tropiezo frente a Brasil (1-1) y ahora la fe y la esperanza anidaba en todos los corazones ecuatorianos. Las gradas del Atahualpa estaban repletas de seres humanos que cantaban, bailaban, ondeaban la bandera tricolor y saltaban de alegría y entusiasmo. Era todo un festival carnavalesco e incluso un joven disfrazado de cóndor ha estado recorriendo el césped de la cancha, minutos antes de comenzar el partido, con las alas desplegadas.

Comenzó el partido a las 4 de la tarde. Desde el mismo inicio todo fue un verdadero Infierno para los paraguayos (que son, no lo olvidemos, los actuales líderes destacados de la Clasificación). Los gladiadores ecuatorianos volvían a desplegar un acoso brutal como ocurrió contra Brasil. La gente chillaba, gritaba, cantaba y animaba constantemente con el ya célebre !Sí se puede!, !Sí se puede!. !Sí se puede!... pero volvía a ocurrir lo mismo, que múltiples ocasiones de gol eran malogradas por los jóvenes y bisoños delanteros ecuatorianos. Es cierto que Ecuador juega un fútbol actualmente muy espectacular y brillante. !Han mejorado mucho los futbolistas ecuatorianos -sobre todo porque muchos de ellos han aprendido a jugar en el extranjero- pero a esta selección le falta alguien como aquel inolvidable Tin Delgado de los Mundiales 2002 y 2006. Se falla continuamente pero el público hierve de entusiasmo. !No volverá a ocurrir lo que sucedió contra Brasil! decían. !Hemos aprendido la lección!.

Mientras tanto ¿qué les está sucediendo a los paraguayos?. Ahora, en este partido en particular, si que estoy pensando que afecta el "mal de altura" incluso a los atletas. Los bravos paraguayos (líderes de la clasificación por propios méritos) están a los pocos minutos totalmente agotados y lo que hacen, para soportar el sufrimiento agónico al que les someten los gladiadores ecuatorianos es "ensuciar" el partido con múltiples faltas y provocaciones en las que caen los ingenuos ecuatorianos. Ni el Gran Capitán Iván Hurtado ni el carismático arquero Cevallos logran hacer entender a sus compañeros que no deben caer en la trampa. Porque con ello los experimentados paraguayos consiguen parar continuamente el juego. Y hay unos minutos en que los ecuatorianos pierden nos nervios y entran también en el "juego sucio". Entonces, en breves minutos, hasta siete cartulinas amarillas han aparecido en el aire ecuatoriano de las manos del árbitro. 4 tarjetas para judadores ecuatorianos y 3 tarjetas para jugadores paraguayos. El primer tiempo termina: O-O.

Algo debió suceder en los vestuarios porque en la segunda parte se calmó la batalla y hubo "fair play" (juego limpio). Y de pronto Atahualpa, el último emperador inca, se levanta de la tumba e insufla aire a los gladiadores ecuatorianos. Aire y bravura inca. Y comienza de nuevo el Infierno para los paraguayos que se defienden con uñas y dientes.

Tanto va el cántaro a la fuente que termina por romperse. !!!Goooool!!!... !Gol de los ecuatorianos en el minuto 15 de la segunda parte!. El delirio en las gradas. El éxtasis. Bailes frenéticos. Exaltación sin límites. E inconsciencia total. De repente, en medio de esa inconsciencia, la fervororsa y febril afición ecuatoriana que ve cómo se puede clasificar al tercer mundial consecutivo su Selección olvidan algo muy importante... que los paraguaors son también bravos guerreros y que tienen también orgullo por la camiseta de su país. Esto lo digo porque en las gradas comienzan a surgir los gritos de !!!olé... olé...olé!!! olvidándose incosncientemente de que el fútbol no es espectáculo taruino... que esto no es un coso taurino sino una cancha futbolistica.. , y que sobre la verda cancha no hay once toreros toreando con el balón a once toros. Son sólo once hombres contra once hombres. Y siempre hay que respetar a cualquier rival y más si son los poderosos líderes. Yo aviso a los aficionados que están a mi lado que están cometiendo um grave error con esta acutación... pero nadie me escucha... todo es éxtasis y desmesurado entusiasmo. Aviso también que los partidos duran 90 minutos y que por mi propia experiencia de futbolista sé que en un sólo minuto puede suceder algo trascendental.

Es curioso. El fútbol es un fiel reflejo de la vida. Pueden pasar horas, dias, meses e incluso años sin que nos suceda nada trascendental... pero muchas veces en un sólo minuto sucede algo que cambia totalmente nuestra vida. Eso ha ocurrido aquí en el Atahualpa de Quito.
Los gritos espasmódicos y frenéticos del !!olé olé olé! taurinos han molestado e irritado al dios Júpiter que entra en ira.

Recordemos que los héroes de la Antigüedad cuando se envanecían y entraban en al área de la soberbia eran durísimamente castigados por el dios Júpiter. Júìter está muy enfadado y le pregunta al dios Cronos (el simpático dios del Tiempo del cual nos narró tan deliciosa historia nuestra querida Harmunah) le dice que sólo un minuto... y entonces, totalmente irritado Júpiter por los olés taurinos (Júpiter odia la fiesta taurina) !mete su cuchara en la sopa del fútbol! y.... !!!goooooool!!... gol de los paraguayos.

Tragedia en el Atahualpa. Nuevamente el corazón de los ecuatorianos queda noqueado. Esta vez es mucho más grave que lo que sucedió contra Brasil Esta vez se pierden todas las esperanzas. Ya es difícil... dificilísimo que Ecuador esté en su tercer mundial consecutivo. Sólo ha bastado un minuto (el fatídico minuto 90) para pasar de la gloria al desastre. Ecuador, que con la victoria se entraba de lleno entre los favoritos a estar en Sudáfrica con este empate en su casa queda ya casi descartado. Y sólo un milagro de Dios los podrá clasificar en quinto lugar. Pero Dios no mete su cuchara como´lo hace Jíupiter. Adiós al !Sí se puede!... adiós amigos ecuatorianos... esta vez habéis perdido la humildad y la soberbia tiene castigo.

En el aspecto de la realidad el motivo de este desastroso empate ecuatoriano ha sido el siguiente: a sólo dos minutos del final al entrenador Señor Vizuete se le ha anegado el cerebro con la borrachera del entuasiasmo y ha olvidado algo que todos, absolutamente todos los entrenadores del mundo hacen cuando van ganando 1-0, faltan dos minutos para terminar el partido, el rival está atacando buscando afanosamente el empate y se tiene todavía la oportunidad de hacer un cambio (y esto era lo que pasaba en el Atahualpa). !Pues bien, señor Vizuete, cualquier entrenador del mundo -desde el más inteligente al más torpe- pide al árbitro que detenga el partido para hacer el cambio, con eso que es totalmente legal, se enfría el partido, se le rompe el ritmo al rival, se retrasan un poco todas las líneas del equipo y ya no queda tiempo para nada... con lo cual se gana fácilmente el partido por
1-0- !Grave error de Vizuete y grave error de todos los aficionados por olvidar que Paraguay tiene orgullo y es líder destacado de la clasificación... y sobre todo... que los partidos duran 90 minutos y no hay que vender la piel del oso antes de haberlo cazado.

Diesel02 de abril de 2009

2 Comentarios

  • Quimera

    La verdad que no me entero de nada , esto del futbol no es lo mio....pero me lo he leido enterito ..jajajaja.

    Gracias por retransmitir lo ocurrido .

    Un abrazo

    02/04/09 06:04

  • Diesel

    Un abrazo Quimera. F?tbol es f?btbol. Deporte de masas e importante en la vida social Es por eso lo de mis actuales cr?nicas.

    02/04/09 06:04

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