Pensar. Pensar en la porcelana rota que ha dejado de ser pieza de colección preciada. Pensar. Pensar que a lo lejos se ve a una persona desconocida que camina por el interior de la avenida. Entre mi habitación y la avenida hay una distancia que se llama día. Pensar. ¿Cuánta gente vive ahora en Madrid?.

Esta pantalla emite ahora (una vez más) miles de mensajes para ser contemplados bajo la luz del mediodía. Pensar. Nos nombramos huéspedes de la brisa, gesto inalterable de un retrato cuya imagen parpadea en medio de los personajes de la invisibilidad. He aprendido a vivir desde la noche... por eso ahora, en el mediodía, me encuentro pensando en el ser anónimo (¿hombre?, ¿mujer?, ¿ni hombre ni mujer sino sombra?) que camina por la avenida. La distancia entre su imagen y la mía es recogida en la pantalla y transmitida al sistema nervioso de mi memoria. ¿Hombre?. ¿Mujer?. ¿Ni hombre ni mujer sino sombra?. Pensar. ¿Qué podría yo decirle además de hola buen día si lo tuviese tan cercano que me pudiese oìr?. Pensar. Estoy viviendo dentro de mi pensamiento y observando que la figura o sombra de hombre o de mujer es un habitante de la gran ciudad.

¿Cuántas personas están viviendo ahora en Madrid?. ¿Cuántas personas estamos viviendo ahora fuera de Madrid?. Pensar... quizás sólo para identificarse con el hombe con la mujer o no con el hombre ni con la mujer sino sólo con la sombra...

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1 Comentarios

• 

  Dama

  Pensar .? cuantos estamos aqu? intercomunicados, charlando como si no fu?ramos sombras sino conocidos que estamos en una gran mesa redonda ...esto de internet tiene magia, nos hace brillar con luz propia , aqu? no hay sambras .
  Un abrazote

  26/08/08 01:08