Un día cualquiera verás surgir las lágrimas de la sinceridad por un amigo o una amiga que parte hacia un lugar desconocido llamado Muerte... y tendrás la oportunidad de verle o verla antes de partir y de poder decirle o decirla todo lo que te ha quedado oculto en el corazón durante años de compañía. Un día cualquiera tendrás la oportunidad de sentirle o sentirla tan profundamente dentro de ti que las lágrimas aparezcan con fluidez sin darle ninguna resistencia al sentimiento. Eso nos ocurre a todos... y eso es lo que está ocurriendo con mi amiga Carmen enferma de muerte en los últimos días de su presencia en esta Tierra. Con sólo 33 años de edad dice adiós y se quedan las lágrimas batiendo sus alas con las atmósfera mortal de quien ya no tiene más vida por expresar. Adíos Carmen, linda malagueña, que la vida te siga presidiendo allá donde te vayas...

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