La maestra de Matemáticas le pregunta a Pepito.
- A ver, Pepito. ¿Qué suma tendrías que hacer para obtener el número quince?
- Eso es imposible, señorita.
- ¿Por qué es imposible, Pepito?
- Porque el número quince no existe, señorita.
- ¿Cómo dices tal barbaridad, Pepito?
- No es una barbaridad, señorita. Existen los números uno y cinco pero el quince no existe.
La maestra se quedó un largo rato pensando antes de contestar.
- Tienes razón, Pepito. Acabas de demostrar que el número quince no existe. Estás aprobado.
¡Toma del frasco, Carrasco!