En Presencia
Siento mi corazón latir, mi barriga hincharse de aire al inhalar el aire que respiro, observo mi alrededor, la quietud de este momento, y entonces me doy cuenta de que los pensamientos quedan ahí, en el aire, que se evaporan cuando siento la vida que hay en mí, porque vida y pensamiento son opuestos.
Recuerdo los miedos, pero su peso cae con al igual que una manzana lo hace al suelo gracias a la gravedad. La consciencia hace que no les quede otra que rendirse al momento. Y entonces desde ahí actúo, no por inercia o automatismo si no por presencia. Ahí te veo, y me veo, aunque tu no me veas, no lo necesito, ahí veo toda la película y ya no me la creo.
Es fácil, y por eso quiero dejarlo escrito, para no olvidar que es sencillo.