He llegado tarde a ese parque
deseando recordar todo lo perdido
y por un momento todo es como antes,
el reencuentro de dos asesinos del tiempo,
matándolo con drogas de miércoles a martes
por las calles nuestra sangre aun se resiste al viento.
Esas risas seguras no van a volver,
lo sé, todo lo que somos cambio
te dije: aun te diviertes viendome caer,
mis amigos han corrido a cualquier dirección.
El mañana es horrible comparado con el ayer,
pero ahora solo puedo con el hoy.
Es hora de la verdad.
Tu ya no tienes nada que desee tener lo sabes y sabes que lo se.
Pero siempre se puede pretender, tu lo haces y yo lo hare.
Por nostalgia, por nostalgia solo eso nos tiene hoy aquí.
Te dije: mira a esos chicos bonitos con antidepresivos,
ellos no saben que hay formas más baratas de sentirse de la chingada.
Nadie aquí busca problemas, todos tienen las billeteras llenas,
somos dos pobres diablos buscando un varo extraviado para seguir la fiesta.
Sus ojos estilizados decían no son bienvenidos en esta calle,
si ellos supieran lo que significan mis dos dedos seguro vendrían a buscarme.
Claro que peleare a tu lado y destrozare caras bonitas si la ocasión lo amerita,
ellos no saben con quién están hablando
no saben lo que es pelear contra la vida por vivir otro día.
Es hora de la verdad
Caminaban por la calle dos ebrias; nos estaban viendo,
no sé por qué lo hicimos pero les sonreímos como lo hicimos antes.
Los cuatro cegados por completo, ya no sabíamos lo que era cierto.
Estábamos cogiendo en un callejón una simple distracción para no mendigar por alcohol.
Vaya hermoso día para asesinar de nuevo.
Llegaremos a ese mismo parque de tardes pasadas,
lleno de conversaciones que no llevaban a nada
y nos diremos adiós otra vez, tal vez para siempre,
para siempre es más probable para nosotros
¡hasta siempre es más probable con nosotros!
Me gusta tu forma de enfocar la vida, porque todo texto plasma parte de lo que sentimos, vemos o deseamos. Tienes un estilo que salta, suena y matiza, con sutileza esos momentos esenciales. Saludos.
