Cuando me duermo, caigo en un vacío. Dejo de existir. Luego, súbitamente, algún poder interior me obliga a pasar por alguna experiencia que yo no planeé -volar, conducir, hacer el amor-, experiencias tan reales como las de mi vida de vigilia.
Alentador para muchos, escandalizador para otros...
Impoertante para todos, s?. Muy buena la expresividad que has colocado en el texto. Sencillam,ente me gust? la paradoja final y tu sincera demoistraci?nn de inteligencia pensante. Un abrazo.
Bueno, sinceramente creo que so?ar es genial, y los m?s geniales de entre los sue?os son los sue?os l?cidos.
A mi particularmente me alientan.
Un saludo.