sujetando más fuerte mi mano te detienes en seco. Al mirarte, sigo a esos ojos grises que me
tienen robada el alma hasta encontrar el motivo de la súbita parada. Cómo no, otra cosa no podía
ser. Mil...
sujetando más fuerte mi mano te detienes en seco. Al mirarte, sigo a esos ojos grises que me
tienen robada el alma hasta encontrar el motivo de la súbita parada. Cómo no, otra cosa no podía
ser. Mil...