Cuando eramos niños, queríamos crecer y ser grandes, queríamos comernos el mundo, y queríamos libertad para hacer lo que nos de la gana. Cuando eramos pequeños queríamos crecer del tirón, de un día para otro y los años se nos hicieron eternos.
Pero...
Cuando crecimos nos dimos cuenta de que no es como imaginábamos, se nos otorgan libertad y con ella un sin fin de responsabilidades.
Cuando crecemos tenemos que afrontar con madurez lo que venga, porque nuestros padres no nos resolverán los problemas siempre.
Cuando crecemos nos damos cuenta de que hacer los sueños realidad cuesta más de lo que imaginábamos, y no basta con ponerle muchas gana
Cuando nos hacemos mayores, nos preguntamos tantas veces ¿para qué queríamos ser grandes?.
Buena pregunta, ¿Para qué queríamos ser grandes?, si la relidad acaba con la inocencia, los sueños son pesadillas.
Pero las batallas si no se enfrentan,
no dejan enseñanzas.
Buen tema
Saludos