Mil árboles hay de aquel lado del auto, y tres de este otro. Estos tres árboles son negros, nunca vi árboles negros. Y los otros mil son amarillos, rosados, violetas y celestes. Los tres de este costado son el árbol de la gente calva, el de los broches y el otro el de los caramelos vencidos. Los otros no se, porque son muchos, pero alcanzo a ver al de los parlantes altos, de los televisores de alta definición, los de los vicios, y el de la droga. Se vino la tormenta, y yo solo en la ruta. Un rayo pasó cerca, y me hizo salir del auto. Llovía un montón y tenía que refugiarme en algún árbol. Me acerco a los mil, pero un rayo traspasó a uno, y me hizo volver a al otro extremo de la ruta. Conseguí subirme al árbol negro del medio, cuando la tormenta paró de repente.

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