Esa vez me rasqué la pierna bastante seguido. El sol ya se había ido, y de este lado de la tierra no había luz. O por lo menos en mi habitación. Pero de lo que quiero contarles era de esa terrible picazón en la pierna izquierda que me enfermaba. No alcanzaba a ver nada, porque estaba todo oscuro. Me acuerdo que abrí la cortina de la ventana que da a la vereda y ahí descubrí todo: miles y millones de hormigas caminaban nerviosas por mi alfombra. Hormigas resistentes a las pisoteadas, y a los aerosoles de nombres que no recuerdo. Hormigas que suben por mi pared y, no se como, devoran el cemento. Intenté escapar por la escalera, pero no había escalera, ni sala, ni el otro cuarto, nada. Las hormigas comieron todo.

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9 Comentarios

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  Norah

  Esa vez me rasqué la pierna bastante seguido., el sarcasmo justo, cariños.

  27/03/11 05:03

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  Norah

  Ezer, no te pasa nada si respondes, bye.

  28/03/11 02:03

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  Ezer

  no tengo idea de que decirte norah.

  28/03/11 02:03

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  Norah

  Me encanta el comment, pero no te preocupes, aquí llega Buzz, señor de la Justicia y rescate de los históricos de siempre...

  28/03/11 03:03

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  Ezer

  xD

  28/03/11 03:03

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  Norah

  E vero XD...

  28/03/11 03:03

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  Folicega

  Me hizo acordarme de aquella vez que salí de la ducha y me sequé con una toalla llena de hormigas rojas.... me pregunto si habrás sacado tu inspiración de una anécdota parecida, sería bueno saber que no soy a la única tonta a la que le pasan cosas así. :P

  28/03/11 05:03

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  Ezer

  Jajaj, en realidad salió todo de mi cabeza. Pero conosco un anécdota media parecida al relato, pero me acordé después de escribirlo. Gracias por comentar y leer!

  28/03/11 11:03

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  Folicega

  Y ahora te acordarás de otra. =)
  Abrazo,

  31/03/11 07:03