Como todo el ancho mar
se resume en una gota
si me enseñas a rezar
superaré mi derrota
Ayúdame a caminar
sobre cresta de las olas
y poder así mirar
bajo mis pies, caracolas
¿Quién pudiese así andar
marinero de fe honda
rozando la piel del mar
sin que se hundan sus botas?
Ayúdame a caminar
¡Ángel de las almas solas!
sobre la piel de la mar
¡y a no hundirme en congojas!
Qué bonito...!
Seguramente, ayudará a tus pasos. No hay manera que tu ángel no pueda escuchar esta maravilla... .
Te felicito.