En la noche inmensa, se me ha perdido un hueco
un espacio sin mentiras
una soledad que me habite y me de calor.
Nadie sabe si acertaré a encontrarlo,
nadie da un gramo de luz por mi,
nadie me ayuda en mi búsqueda
sin reposo, sin compañía, sin ser.
Pero esa rendija en el universo rígido
me acecha como un vientre
y el hijo, el que aún no nació, soy yo.