TusTextos

Vuelas Conmigo?

¡Hola amor!
Esta noche dormiste solito... Me hubiese gustado tenerte a mi lado pero mis estudios y mi salud tanto física (hace mucho frío) como psicológica (acabaría agobiada porque me rayaría demasiado esperando a que llegases de la fiesta) están de nº1 y nº2 respectivamente en mi lista de prioridades. Te escribo esto porque vamos a pasar un tiempo sin vernos y me apetece contarte cosas, y en persona no puedo porque me distraes solo con tu presencia. Eres especial, creo que lo sabes. Eres diferente a todos. No estoy enamorada porque me ignores y seas un reto para mí, lo estoy porque no nos dejamos conocer el uno al otro y creo que tardaremos en hacerlo. Porque poco a poco nos vamos entregando, pero en pequeñas dosis. Y así, contigo descubrí que como en la cocina, hay que hervir a fuego lento (tu lo sabrás más que yo, porque hervir parece fácil pero no es lo que mejor se me da) para que se cocine bien. ¡¡¡Que cosa más simple y cuanto me costó darme cuenta!!!

Desde mis 13 años lo quise todo de golpe, vivir grandes pasiones entregándome desde el primer día... ¡¡que idiota!! No tenia ningún sentido y me confundía, no entendía... yo no me quería a mí y soñaba con que me quisieran... y claro, vivía soñando. Empecé a vivir rápido, lo quería todo. Pero cuando me levantaba un domingo por la mañana no había más que una autoestima rota en trocitos después de la noche anterior y dolor entre las piernas por dejarme follar sin ni siquiera calentarme.
Noches que me pase recorriendo calles, buscando amores, entregando mi alma y mi cuerpo, llorando, pensando, hablando sola.... Queriendo ahogarme más, para ver que pasaba, hasta donde soportaba yo tanto dolor... Me hice amiga de la melancolía, y hoy en día a veces la llamo y quedamos para recordar viejos tiempos y hablar del futuro, o para destrozar el presente. Y todo de noche, porque estaba prohibido y el corazón latía más rápido. De noche porque había más tiempo y más espacio para descubrir cosas nuevas. Para buscarme a mí. Que ironía al darme cuenta de que cada calle que dejaba atrás era una parte de mí que recorría.
Suelo pretender desahogarme llorando pero casi nunca me salen las lágrimas que vacían el dolor. Es que yo también soy especial.

Este es un capítulo más de todo lo que tiene ahí adentro esa niñita que ves de vez en cuando, que se hacía pesada preguntando por tu pasado porque tenía curiosidad por saber si eras en realidad un niño o un adulto, por descubrir que tenías adentro tú, la niña con la que haces el amor, la que contigo está aprendiendo a querer aunque a veces no sepa si te quiere más de lo que te odia o si te odia más de lo que te quiere.... la que al fin y al cabo es solo una niña. La niña que juega a ser mujer, y algún mayor le dice que ya lo es.

A veces pensamos que ya somos diferentes, que somos más que otros, que no tenemos este y ese otro defecto... no somos estables, porque ni siquiera lo son los átomos que componen el universo, ganamos y perdemos, y uno no evoluciona cuando deja atrás sus defectos, sino cuando los acepta, cuando acepta los del y los de los demás...

Y ahora es cuando te digo: creo que te quiero, pero no lo sé con seguridad. Solo sé lo que siento en este preciso instante y es eso. No tengo la suficiente experiencia como para saber lo que es el amor, quizás si el enamoramiento. Además también sé que cuando me siento insegura me enamoro más fácilmente... ¡sé tanto! ¡y sé tan poco!... Así que lindo es vivir, ¿no es cierto? Cada día es un continuo aprendizaje; vivir algo que me llena o me vacía, que me mueve.

Pero ahora....
Ahora sin miedo, sin justificar nada, sin darte explicaciones:

Amor, quiero intentarlo contigo, ¿por qué no planeamos una aventura? Quiero que inundes mi corazón, quiero que nos queramos, que juntos volemos y veamos al resto de los mortales ahí abajo, veamos los tejados de las casas y esquivemos los rascacielos. Que veamos nuestras sombras, que será solo una sobre los árboles, sobre los campos... Que las personas sean puntitos muy muy pequeñitos, ¡y que jamás aterricemos!
¿Vuelas conmigo?
Tu querida
Fallinginlove08 de enero de 2009

4 Comentarios

  • Migue

    muy buen texto...
    a este texto lo podria relacionar con algo que me paso...
    conoci una chica parecida a la del texto...
    que vivia a su manera y no se respetaba...
    hasta que me conocio y pareciamos diferentes...
    los dos locos... nos creiamos superiores
    intentamos ser novios...
    pero no resulto...
    ella dio todo de si para que funcione...
    yo segui siendo el mismo...
    no quize cambiar...

    me encanto el texto
    cuidate y suerte

    08/01/09 10:01

  • Fallinginlove

    Que lindo que te puedas sentir identificado con la historia que hay detr?s de esta carta.
    Quiz?s no cambiaste porque ella se entreg? demasiado a ti sin haberlo hecho t? con ella.... y no la pudiste valorar... no s?...

    Muchas gracias por tus palabras, Migue.
    Besitos

    08/01/09 03:01

  • Rafaelho

    Hola, fallinginlove, he le?do tus escritos y he detectado pasi?n y grandes dosis de sinceridad. ?Es tu coraz?n qui?n habla? ?Es ?l quien muestra con tanta ternura estos sentimientos profundos y vivencias? De la vida se aprende e inevitablemente encontramos nuestro camino, pero, d?jame decirte que todo puede cambiar en un instante.

    08/01/09 05:01

  • Fallinginlove

    ?S?! ?Eso es cierto Rafaelho! En un instante se puede transformar todo, para bien o para mal. Y eso me encanta, por eso me apasiona vivir. Porque la vida es inesperada, misteriosa, es Apasionante....

    Ay, qu? lindo lo que me dices! S? es de mi corazoncito jovenc?simo de donde sale todo eso... y me encanta sacar esas cosas de mi coraz?n para que lleguen al de otros, otros como t?, y que cuando lean algo con lo que se sientan identificados.... cuando una espinita clavada en mi coraz?n, es la misma que la espinita clavada en el de otra persona... se les acelere el pulso y que el mismo coraz?n con su latir m?s r?pido vaya desalojando esa espina...

    Gracias, Rafaelho.
    Un abrazo enorme

    08/01/09 08:01

Más de Fallinginlove

Chat