TusTextos

Encuentros I

Como todas las tardes, me subí al colectivo que me lleva a casa, deseando que hubiese lugar, así me sentaba y dormía los cuarenta minutos de viaje. Por suerte, apenas avisé al chofer mi destino, divisé un espacio libre y me escabullí.

Desde chica que el rum rum del colectivo tiene en mí el mismo efecto que las canciones de cuna para bebés… los ojos solos empiezan a cerrarse, y el sol de lleno en la cara me hacía sonreír. Claro que a los cinco minutos de viaje, una frenada de aquellas, me despertó de golpe y casi hace que salte de mi asiento. Estaba por enojarme, cuando te vi parado esperando que la máquina de boletos devolviera tus monedas. Me viste, y al reconocerme, sonriendo me saludaste con la mano.

_Flor… el tiempo no pasa para vos eh! ¿Cómo estas nena?

-Nico… que casualidad, ¿todo bien vos? Me tomo siempre el mismo colectivo, a esta hora, y nunca te había visto.

-Es que soy yo el que esta de visitante por acá.

-Que, ¿te mudaste?- suerte que no podía ver mi propia cara, seguro era de espanto total. Si ya te habías mudado, era para mí una especie de derrota.

-No, jeje, bah, si. Me mude solo, pero sigo viviendo acá. Sólo que en otro barrio. Vine a buscar unos papeles a la casa de la vieja.

-¡Te mudaste solo como siempre querías! ¡Qué bueno, me alegro por vos!- (uff… respiré aliviada, vivís acá, aún…)

-Si todo un logro, la verdad. Encima me recibí, así que ojo que estás hablando con un flamante arquitecto- dijiste. Te movías de un lado a otro tan gracioso, que me hacías reir.

-Jaja, ¡te felicito!- (si, estas tan hermoso como siempre quería decirte, pero me contuve). Arquitecto, con departamento para vos sólo… te falta una novia y un trabajo y estas hecho.

-Ambos están en proceso- sonreíste. Yo, muda, sabía que si movía un músculo de la cara ibas a darte cuenta de que no concebía la idea de verte con una persona nueva.

Mucho de lo bien que nos habían hecho estos tres años solos, era que casi ni te cruzaba, y por ende, no te había visto nunca más con nadie. Igual no me dejaste mucho tiempo para pensar, apenas se hizo un lugar y te acomodaste en el asiento contiguo, preguntaste:

-¿Vos, tu vida? -
Simulando estar mucho más aliviada, y con una sonrisa (bastante falsa, a decir verdad) de oreja a oreja, te contesté que mi vida estaba tan normal como siempre. –Estudiando, a mil con el trabajo… que se yo. Terminé una de las carreras, en el interín me puse a estudiar otra y en eso estoy.

(Dijiste en proceso, por ende puede que ni siquiera estuvieras de novio, quizás te había escuchado mal, este colectivo es lo suficientemente ruidoso como para tapar nuestras palabras… )

-¿Cómo normal? ¿No era que querías irte de viaje, que estabas planeando volar lo antes posible de la jaula de la ciudad? Me acuerdo siempre de tus palabras.

-Jaja, que divino. Si, hace un tiempo que no pienso en mi viaje.

-Pero, ¿no lo hiciste al final? –tu cara de triste me mata, siempre me encantó, y es imposible pensar con claridad con esos ojos enfrente. Y ni te dabas cuenta. Yo, inmutable te seguí la corriente.

-No, que se yo, apenas me recibí me fui de vacaciones, y conocí a quien ahora es mi novio. El no es precisamente un aventurero, no le gustaba la idea de que nos vayamos solos al medio de la nada, con nuestras almitas a explorar Latinoamérica. Así que tuve que resignar. Aparte, conseguí un trabajo súper cómodo, donde me tratan muy bien y donde puedo hacer lo que quiero.

Juro que tu cara palideció un poco cuando escuchaste que estaba de novia. Al menos eso creí. O quería creer mientras doblaba en la avenida y me encontraba ya a mitad de camino de casa.


-¡Flor de novia! Nunca creí que iría a escucharlo. Supuse que…

-Che, ¡que feo eso! (no estuvimos de novios como dos años, ¡papanatas! Fuiste mi primer novio, yo creí que ibas a ser el único... en fin)

-Jaja, no es que supuse que el compromiso del noviazgo no era lo tuyo. No sé, en todo este tiempo sin verte me imaginaba que andabas dando vueltas por el mundo, conociendo muchas personas nuevas, viviendo esas experiencias increíbles con las que fantaseabas mientras… em buen, ya fue. Te felicito.

(Si si, tu cara es de derrota total. ¡Pensaste en mi! Tanto como yo pensé en vos, no creo)

-Crecemos, Nico, todos crecemos. Resulta que senté cabeza… ya era hora ¿no te parece?

-Que se yo. Sentar cabeza no tiene porque significar renunciar a algo que querías tanto. Pero puede ser. Te veo muy bien, así que me alegro mucho por vos…uy, espera, me suena el teléfono, es la vieja, a ver que quiere.

Mientras contestabas la cabeza me daba mil vueltas. Pensaste en mí, es claro. Y no te cayó muy bien la idea de que verme con otro, de saberme de novia…
Ya ni recuerdo cómo fue que nos separamos, si éramos, o parecíamos ser la pareja más perfecta. El tiempo logra esas cosas, que sólo nos queden en la mente los detalles lindos, los momentos felices… que los porqués de las peleas se esfumen como si fuesen viento. Ya ni recuerdo porqué dejamos de vernos… pero que tontos.
Hiciste que por unos segundos tu imagen hablando por teléfono sea lo único que pudiera ver en mi mente. Cerré mis ojos mientras hablabas y rememoré cada uno de nuestros encuentros, cada uno de nuestros besos, y todos los días de sol que nos reímos juntos. Todo lo demás había desaparecido.

-Eu, estás aca!? Flor…
-Eh… si si. Perdón. ¿Cómo está tu mama?
-Bien, la vieja es un fierro. Creo que va a vivir como 100 años si sigue así-
Te sonreías de lado, como si supieses algo más… - ¿en que estábamos? Ah si, en lo feliz que estas de novia. ¿Hace mucho?

-Bastante. Año y medio- no tenía muchas ganas de pensar en mi novio ahora, la verdad.

Vi que tus ojos seguían siendo los mismos de los que yo me había enamorado mucho tiempo atrás. Quise que el colectivo se detuviera por siempre en la esquina aquella, donde el sol te daba justo de frente, pero no.
Muy pronto divisé mi parada, y me levanté.

-Bueno, me bajo acá, en la próxima. Fue muy lindo verte de nuevo, Nico.
-¿Ya te bajas? Cierto, tu casa era por acá… esta cuadra, que cosa. Bueno, para mí fue más que lindo verte-(tu sonrisa me desarmaba el alma en pedacitos, lo juro)-si queres, te paso mi celular, y me llamas un día de estos, y nos vemos. ¿Queres?

-em… bueno, dale, pasame el numero- me pasaste un papelito minúsculo con el numero escrito en esa letra inentendible que tuviste siempre.

-Ahí lo tenés, ¡no lo pierdas eh!- te paraste apurado antes que tocara el timbre, y me diste un abrazo. Sentí desvanecerme… ¡eras vos! Otra vez me acurruqué en tu pecho. –Adiós, Nicolino-te susurré al oído.
Me miraste con ternura, y me besaste suave e imperceptiblemente en los labios.
-Chau, Flori.-


Bajé rápido como nunca, sin mirar para atrás. Y camine lo más rápido que me dieron las piernas. No podía pensar, no después que retornaste a mi existencia. Así de improviso. Ese beso… frené de repente, como buscando el colectivo. Pero ya se había ido.

Entre abatida y un poco triste, pegué la vuelta para casa. Y en el camino, por las dudas, guarde bien guardado tu papel. No sea cosa que me compliques, pensé, con una sonrisa.
Flor24 de agosto de 2009

6 Comentarios

  • Mejorana

    He terminado el relato con una lagrimita Flor. No entiendo la vida cariño. No la entiendo. Encuentras lo que más querías en el mundo, y ya no puede ser. Y te preguntas si en realidad alguna vez fué.
    Hoy tengo ganas de llorar. ¿Era una mentira? ¿ Existió algo aguna vez? ¿Cómo puede distinguirse lo que es de lo que no?.

    Una cosa sí es cierta. No te he leído. Te he escucado. No he mirado tus palabras. Las he sentido una por una. En mis oídos. Con tu acento argentino. Tan musical. Tan lindo.
    Me has regalado un hermoso día Flor.
    Te deseo todo lo mejor del mundo.

    24/08/09 01:08

  • Flor

    Mejoranita. Gracias. Estás siempre ahi, firme... que linda sos.

    La historia tiene bastante de ficcion, dejame decirte... aunque algun que otro detale es cierto. =)

    24/08/09 02:08

  • Mejorana

    Envidio tu ficción, porque es una ficción muy cercana y muy posible.
    Un abrazo.

    24/08/09 03:08

  • Abyssos

    Ah vaya... donde hubo fuego, cenizas quedan? quiza... jeje.

    Me impresiona la gama de detalles tan humanos y por ende, calidos, con las que narras tanto las acciones como el pensamiento y sentir de los "personajes"... impresionante.

    Gracias por pasarte por mis escritos, Florcita.

    Un beso y un abrazo, niña. Cuidate.

    04/09/09 04:09

  • Mejorana

    La página volverá a ser feliz cuando tu vuelvas.
    Te abrazo con todos mis sentidos

    12/09/09 06:09

  • Anatorres

    Que bonito flor, normalmente no suelo leer textos tan largos, pero el tuyo me atrapó, no podía dejar de leerlo.

    Todavía guardas el papel verdad??

    18/09/09 06:09

Más de Flor

Chat