Vi que eran las cuatro cuando abrí los ojos con el sol entrando por entre las rejas de la ventana, directo a la cara. Cuatro de la tarde. Intenté volver a dormir, pero era en vano) Una vez despierta, ya no podía conciliar el sueño. Me revolví entre las sábanas, tratando de encontrar una posición cómoda para descansar. Una especie de nudo agolpaba mi pecho y los retorcijones del estómago no me daban tregua.
Cuatro de la tarde. Aspiré una bocanada grande de aire como para despabilarme. De lleno el olor rancio del alcohol desparramado por mi cuatro, intuí que de seguro había un par de botellas vacías en el piso. Yo sólo veía unos vasos a medio llenar de ron en mi mesita de luz, iluminados PAREJA y prolijamente por los rayos del sol. Delatando mi lápiz labial rojo en uno de ellos.
Intenté incorporarme, de golpe. El mareo que acechaba mi cabeza me hizo retroceder, para levantarme más suavemente. El caos de mi habitación, el desorden de mi pelo revuelto y el entumecimiento de mis músculos… lo surreal, y que por momentos hasta parecía FICTICIA de la escena de mi alrededor me hizo caer en la cuenta que no recordaba la noche anterior más que por pedazos. Por retazos que no guardaban mucha RELACIÓN entre sí.
Desesperada hice grandes esfuerzos para recordar, mirando a todos lados como intentando encontrar pistas. La ropa desparramada por el piso, dos botellas de ron casi vacías, todo me resultaba ajeno y familiar a la vez. Como si fuesen piezas de un relato del cual nadie me había hecho partícipe.
Con esfuerzo me incorporé y fui al baño. AL verme en el espejo, una parte del rompecabezas se volvió clara ante mis ojos. Mis ojos. Hinchados. ¿De tanto llorar?
¡Ahora lo recordaba! Me había dormido llorando, gritando para mis adentros ‘¡HIJO de una gran puta, andate lejos donde no te vea!’
En la esquina de mi baño, un calzoncillo tuyo confirmaba mis sospechas. Hijo de puta, me decía mientras volvían, acuciantes, las nauseas. Hijo de puta.
Me acomodé un poco el pelo, intentando recuperar parte de una dignidad casi remota. Afuera del baño me esperaba el caos y no estaba de HUMOR para enfrentarlo.
Unas lágrimas magras rodaron por mis mejillas, mientras rememoraba una y otra vez los retazos que recordaba de la noche anterior. El desenfreno del principio, el final trágico, y en el medio, lagunas.

Volviendo a mi habitación, me hice ovillo en el centro de la cama. Cuatro y media marcaba el reloj. Hoy no era mi día para enfrentar al mundo.

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9 Comentarios

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  Mejorana

  Me habría fascinado ver los rayos del sol en la mañana atravesando los licores junto a tus marcas de carmín.
  Debió de ser algo espectacular.
  Así no se puede enfrentar el mundo.
  Tan solo quedarte extasiada contemplandolo.
  Luego después.
  Dios dirá.
  Si es que a Dios le gusta decir algo alguna vez.
  Un abrazo Flor, la página se está quedando cada vez más solitaria.
  Tan solo se distinguen las luces apagadas del ego.
  

  16/09/09 12:09

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  Abyssos

  Un relato corto perfectamente bien narrado, lleno de detalles que hacen que uno se interne en dicha escena... aunque quiza a muchos nos resulta algo familiar despertar de tarde en medio de una habitacion desordenada, con vasos y botellas medio llenas (o medio vacias) alrededor... y con ciertos "flashes" de recuerdos de horas atras.
  
  Ahora queda la intriga del porque lo de las maldiciones y las lagrimas... quiza se intye, pero al final son solo mil suposiciones.
  
  Sinceramente creo que vas avanzando mucho en tu estilo de narrativa. Una felicitacion, Flor.
  
  Cuidate mucho.

  16/09/09 07:09

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  Flor

  Extasiada!? mas que extasiada, abrumada diria yo.
  No se si Dios se puede incluir en tanto... desastre jaja. ya Dios no me dice nada a mi, a vos?
  
  Me gustan tus comentarios, no se porque siempre le das una vuelta tierna a lo que escribo. O al menos eso me parece a mi. Gracias Mejo, mi compañera fiel!
  besos de carmin y rosas =)

  17/09/09 02:09

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  Flor

  Es esa la idea amigo Abyssos, que quede en suposiciones... quien no pensò alguna tarde despues del terremoto... 'hijo de puta!'
  
  gracias.... =)

  17/09/09 02:09

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  Mejorana

  ¡¡jajajjjaja!!!
  Eso digo yo. Hijo de puta.
  El mundo está lleno de josputas.
  Pero en cabio hay otrossss....
  Ahí tienes a nuestro Abyssos sin ir más lejos.
  

  17/09/09 07:09

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  Anatorres

  No hay que enfrentar el mundo cuando no queremos.
  
  Para que enfrentar el mundo si siempre va estar ahí...
  
  Pero te entiendo, los hijos de puta nos rodean.
  
  Un beso flor bonita, me encanta la manera tan viva que tienes de narrar, sobre todo de narrar los detalles.

  18/09/09 06:09

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  Fede

  Me encanta este tipo de relato. Que te mete de golpe en la historia y al rato te cierra la puerta en la cara . Y te quedas con eso, con lo que pudiste espiar mientras duro la aventura. El resto es imaginación.
  
  Muy bien escrito Flor, a puro detalle. Detalles, detalles. Que seria de nosotros sin ellos? Una infinita imagen fuera de foco.

  28/09/09 02:09

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  Silvana

  Muy bueno!! Es muy interesante cómo encarás el relato!!
  Un abrazo enormeeee!!
  Sill

  21/11/09 04:11

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  Elsalm22

  Interesante relato de una realidad desestructurada . Lagunas y más lagunas (con la intención de no querer recordar?) Dos copas a medio llenar, haciendo las veces de dos personas que estuvieron y ya no están? el baño como sede de una situación excrementicia (por no decir de mierda)?

  21/11/09 10:11