Fe Ciega
14 de enero de 2018
En algún punto de Orense
Miro el teléfono, enfadada con él por ignorarme precisamente ahora. Ayer fue un día genial. Pasamos mi cumpleaños en un castillo precioso, aunque cerrado a las visitas. El pueblo era encantador. Pero siempre encuentra la forma de hacerme daño. A veces siento que no me quiere de verdad, sino no haría ni diría ciertas cosas que yo nunca sería capaz de hacer o decir, y menos todavía a él.
A ver, es que tampoco es cosa de perder el tiempo con conversaciones aburridas. Hablamos más tarde.
Yo le aburro. Eso no es una novedad. Total, siempre he sido el parche que llena el vacío que el rechazo de ella provocó. Pero bueno, tras tanto tiempo así, no sé cuánto más podré soportar. Abrazo el peluche lleno de su colonia, cierro los ojos, pongo música y me dejo arrastrar por las lágrimas. Jamás podré dejarle, le quiero más de lo que me valoro a mí misma.
Mismo día
En el pueblo del castillo
"Eres tan cuqui", me dice, sonriendo. Conozco esa expresión, la he visto antes. Está tentándome, pero es el ligue de mi hermano pequeño. ¿Qué más da? Tampoco sería la primera vez. Aunque... "¿Qué edad tienes?", me aseguro. "Diecisiete", sonríe. Vaya. Algo joven. Pero es guapa, y ha pasado la noche con el cabra loca de mi hermano, por lo que igual no me costaría ganármela en poco tiempo. Le comento que mi relación es bastante mala, que nos peleamos mucho y ella responde justo lo que yo quería oír. "Si eres tan desdichado en esa relación, ¿por qué narices sigues con ella?". Quiere que la deje. Esto se pone interesante. La dejo en casa y le digo a la tonta de mi novia que he estado por ahí con mi hermano. Me cree. Ya está pidiendo atención otra vez, normal que me aburra. A ver si lo de la otra sale bien.
16 de enero
En algún punto de Orense
Me acaban de pasar una fotografía de él con otra. Se suponía que estaba con su hermano pequeño. Voy a darle un voto de confianza.
Pensaba que estabas con tu hermano...
Ya marchó, y ahora iré a lavar el coche, Sara.
Miente. Empezamos mal. El corazón se me ha parado. Me tiemblan las piernas, y eso que estoy tirada en la cama. Mierda. No sé qué hacer. Me ha pillado de sopetón. Le digo que me han pasado una foto y enseguida sabe a qué me refiero, diciéndome que es del domingo, no de hoy. Domingo... El día que estaba con su hermano por ahí. También mentira. Joder. Si miente tanto es que oculta algo, y jodido. Y la puta inscripción en la foto... Ese apodo tan cariñoso... No me suena esta chica. Pero es delgada y guapa, no como yo. Comienzo a llorar. Cómo iba a conformarse conmigo, si soy una mierda. ¿De dónde ha salido esta mujer? No se siguen en instagram. ¿Tendrá una cuenta de búsqueda de pareja activa? Mierda. Mierda. La vida se me está desmoronando. Creí que sería el hombre de mi vida.
Mismo día
En otro punto de Orense
Está sentada en el asiento del copiloto. Conseguí convencerla para venir conmigo al mirador, ya que me funcionó con Sara y espero tener suerte. Los preservativos que compramos Sara y yo el otro día siguen en el bolsillo del sillón de atrás. Ya le he dicho que ella y yo hemos roto, que es una celosa histérica y que quiero tener algo con ella. Le he prometido ser más cariñoso. Y vaya si lo voy a ser. Acerco mi cara a la suya, tentándola, viendo si va a ser capaz de dar el paso. Lo hace. Me besa. Varias veces. Madre mía, qué bien, qué gusto. La subo a mi regazo, pero entonces ella para y pide que la lleve a casa. Vaya por Dios, pues qué mal. Bueno, ya nos hemos besado y no ha declinado mi oferta. Igual la próxima vez...
Joder, la estúpida de Sara ya está montando drama. ¿Qué pasa, no puedo ver a nadie o qué? Mira, que haga lo que le dé la gana, yo ya tengo lo que quería.
Le ha dado un ataque de ansiedad. Esta tipa siempre dando pena. ¿Qué se esperaba? Ana está buena y nuestra relación ha sido siempre una mierda. Intento calmarla.
Ahora Ana está calentándome la cabeza con que he engañado a Sara. Aún se van a hacer amigas y todo. No he hecho nada malo, tío. Pero si se pone tan impertinente voy a tener que convencer a Sara para que se quede conmigo, que al menos con ella tengo polvos asegurados y tiene fe ciega en mí.
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